lunes, 26 de diciembre de 2011

Enseñanza

Para callar un beso robado hay que dar.
Ella para sanar, sus ojos me entregaba.
Para dormir, fácil mentir.
Para hacer soñar, solía con sus ojos mentir.
“Y al despertar, el vacio y la soledad te habré regalado ya.”
Sin palabras que decir, durmió a la razón.
Al despertar; vacio, dolor y soledad había regalado ya.

martes, 20 de diciembre de 2011

Fantasía

Sabiendo que todo terminó, cabe y merece la pena pensar que lo que está por venir no es más que utópicamente una fantasía. Que estas líneas de ese imaginario forman parte ya.
Permitiéndose saber, la verdad es mentira.
Lo que se hizo, no se llegó a ejecutar y la mentira, en verdad la convertido ya.
Le dio, al fin la importancia que importó para la saciedad.
No se ha de olvidar, es menester recordar; una fantasía trazada en estas líneas está.
El buzón rebosa de palabras; dulces palabras a tu paladar.
El número que transgrede la soberanía a tus ojos ha llegado ya.
La voz seductora, arrulla tus heridas para en el aliento borrarlas.
¿Aún, la conciencia no comprende, una fantasía sueñas en vida?
Fantasía, que en tus sueños como mentira si sabes reconocer; a tu almohada no te quieres acercar.
Epilogalmente sabemos pues, en los sueños lo reconocemos:
No existió amor, solamente entretención.
La llamada que esperas no llegará.
El perdón, en su hábitat no es natural.
Tiempo regalado que no se quiso aprovechar.
Carcajadas a tus espaldas no quisiste aceptar.
Fantasía es pues; no querer soñar para vivir la mentira de despierto poder soñar.
Fantasía es pues; no querer aceptar que de tu elixir no quiso probar.
Fantasía es pues; no querer aceptar que nunca estuvo y por ello, nunca volverá.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Broma

Unos ojos que ven al elemento de al lado.
Unos ojos que desean a una réplica mejorada.
Como broma hacia tu orgullo tomas lo que está al alcance, mas no te satisface.
Unos ojos burlones que regalan su carne.
Unos ojos burlones que mentiras suman a la cuenta.
Como broma hacia mí, te entretienes con mi dolor y mi padecer.
Una broma pues, para ti fue. Una broma que por un tiempo te entretuvo.
Entonces, una broma fui. Final donde solo tú te ríes.
Ríes, en tu soledad de una broma mal lograda.
La broma no es a mí, no. Tú eres la broma de tu deseo.
La imagen, para t; es de deseo.
Más que una broma de mujer, no lo puedes ser.

martes, 13 de diciembre de 2011

Al umbral

Queriendo sufrir, queriéndose engañar, buscó un poco de mentira para su verdad poder apaciguar, olvido por un momento del pozo es lo que le pudo dejar.

Los días pasan y no se da cuenta, frente a sí se mantiene.
El color gris de su alma resta su importancia.
Aunque si, a ella le sigue sin importar.
En el espejo El, no se mira más

Guatemala.....

Sin saber que fue lo que sucedió, llegó al punto de necesitar saber qué es lo que puede hacer; para sí misma y para quienes la rodean.

Guatemala vive confundida, no sabe si es feliz o está despierta.
Guatemala aniquila día a día sus sueños y su máxima utopía.
Guatemala fantasea con lo que pudo ser gracias a lo que su futuro pudo definir.
Guatemala se engaña así misma y se alimenta de la envidia.
Vives pendiente de darlo todo por Guatemala, si saber siquiera que ella nada quiere de ti.
Guatemala te muestra su rostro de ojos avellana y al besarte sus ojos ven lo que no debe ver.
Guatemala te dijo ser lo que un día podía ser para ti un hogar, ella misma no se queda en un lugar.
Guatemala no sabe si al compás del hormigo quiere bailar o de las influencias externas dejarse encantar.
Guatemala escondida de su realidad vive, solo en las sombras te quiere ver.
Le diste a Guatemala todo y en sus entrañas hoy te mueres.
Guatemala ha sido violada, una y mil veces más.
Guatemala te miente, mil y una vez más.
Guatemala a tus espaldas habló y tu, intentando reformar su vida.
Guatemala no sabe donde empieza su final ni donde su historia la llevará.
Guatemala, no desea ser feliz; no contigo en ella.
Una vez más, diste todo por Guatemala; te queda la sensación, la estúpida sensación que diste todo por nada, para así encontrar tu infelicidad.
Guatemala, bajo otros pasos, encima de otros labios se ha marchado ya.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Seducción a lo podrido

Y mientras se entretiene;
No ves que así misma se carcome.
No sabe tampoco que se consume;
Conducta de emperatriz libidinosa

Espectro sin escrúpulos pudorosos,
Mentira que sola se destruya.
Que al momento invita al placer,
Conducta de emperatriz libidinosa.

De la enfermedad debes escapar.
Ante ti la enfermedad tienes ya.
La enfermedad por tus venas se mueve ya.
La oportunidad de ser sano has dejado pasar.

martes, 6 de diciembre de 2011

Antes de partir

La madrugada como escenario final, propio para poderla a sus ojos mirar y por una última vez de frente a ella, poderla yo engañar.

Antes de partir sabía que no volvería más.
Ella antes de partir mis ojos queria observar.

Antes de partir la quise acompañar.
Ella una promesa de mi queria escuchar.

Antes de partir, queria decirme que la podia olvidar.
Ella antes de partir todo lo queria arreglar.

Antes de partir abrazados en el aire queriamos estar.

No sabiamos que, ante el final estabamos ya.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Ganando....

Tú libertad llega a ser un deseo incesante y enfermo de la seducción.

Hoy, de noche y ayer de madrugada me lei mis manos.

Acaricie la herida y en ella encontré el aprendizaje.

Felíz y mejor eres pues; sin mí.

A tu felicidad entregate en diversas oportunidades.

Por mi parte; he ganado, crecido y aprendido.

Un amante del arte que no se sacía con lo real.

Ganando voy; que tu felicidad seductora puedas encontrar.

Por siempre y en algún momento; tuyo.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Miedo

Su mayor virtud, apoderarse de mí cabeza.
Otorgarme porqueria y que, yo la comiera.

Decidir como mi humor sería.
Decirme como expresar mi pesar.

Su mayor virtud es regalarme el miedo.
Miedo por mi poca hombría.

Miedo al verla, miedo al escucharla.
Miedo al saberla mi dueña.

Al final yo miedo le tuve; ella sabia como dolerme.
Ella sabia lastimarme, ella queria jugarme.

Al final ella me regaló el miedo.....

viernes, 4 de noviembre de 2011

En el espejo....

Segundos; pasaron, tus ojos me arrullaron.
Minutos; pasaron, tus mentiras me encantaron.

Horas; pasaron, tus llamadas yo esperaba.
Días; pasaron, dependía de ti para ser feliz.
Todo ello pasaba sin que yo; me volviera al espejo.
Todo ello pasó sin que de mi me recordara.
Al tiempo el orto, me dijiste entonces, “No soy yo….eres tú”

Me vi en el espejo y lo supe, tarde; pero lo supe.
En el espejo yo me podía ver sin ella.
Ella no era parte de mí, ella no quería de mi.
Al verme en el espejo, de ella me olvidé.
Nunca más la pude ver.

Noviembre

...Y entonces me recordé, quien fui un día yo.
Mejoré gracias a ti.

El tiempo se dió el orto.
Al tiempo me recordé....

Al tiempo supe que nunca me diste amor....

domingo, 25 de septiembre de 2011

Sin Espacio

No cabe más.
Entre dos cuerpos solo vacío existe.
De quererlo, el amor ahí estará.

Ningún elemento más.
Entre dos cuerpos, sólo el amor puede estar.

Alguna otra cosa que llegue a entrar.
Daño y olvido puede crear.

domingo, 14 de agosto de 2011

Aniversario

...Ha dejado de llover.
Las luces no se ven más.
El viento ni cálido llega a ser.

En este mes, ha dejado de llover.

domingo, 24 de julio de 2011

Ojos sin mirada

Todo momento mejor evitar las miradas para no ver tu desapego.

Me aterra la idea de ver los ojos sin mirada.
Me ven y no me dejan en paz.
Sin estar en la pieza me dejan solo.
Ni un minuto me hace sentir seguro.

Al final nada parece cambiar.
Su mirada inexistente me va a matar.
Siento que poco a poco me asfixio.
Al final tu displicencia es inmensa.

Sé que me da mucho miedo.
Mucho miedo que se que no me verá.
Tu mirada inexistente no vuelve más.

Perdiendo, encontrando.

Una vez más, lo cotidiano te convierte en humano. A pagar lo que has gozado, bien sabes que la primavera se ha ido. Vuelta a contar.

Con expectación por la carne nos encontramos.
Sin querer saber de ti, me dejé llevar.
Al momento, solo distracción era.
La búsqueda de la carne me movía.

Una vez más, con previo aviso.
No me di cuenta del recorrido.
El tiempo nos pasó por encima.
Encantado estaba.

No quise una vez, más.
Saber que al encontrar.
Se llega a perder.
Perder esencia.

En función de lo químico se llega a entregar.
No saber que al encontrarte, me llegue a perder.
Al empezar a perderte, recordé quien era yo.

Si te vuelvo a encontrar, desaparecido voy a estar.

Fin de la música

El momento, al orto se necesita lo que la cabeza solicite; en la música no es la excepción.

Simplemente se necesita liberar la energía; dejar fluir para enaltecer el alma.
La música, si es idónea al momento; sacará carcajadas y te hará verter tu alma en lágrimas.

El fin único de la música es conseguir la redención; encontrar en el humor el sentido que se busca.
Un fin último que poco a poco a poco se ha ido olvidando.

Vulgarizar la música uno de los trágicos errores de la humanidad.
Dejar de encontrar dentro de la música lo propio; la redención.

sábado, 23 de julio de 2011

Momento más duro del día

Los días con intención se empiezan.
Ignorando por hoy, el espejo.
Las horas suceden intentando ignorar.

La cabeza intenta así misma, bloquearse.
En todo el día, realmente no lo consigue.
Pero aun no besa a la almohada.

Al llegar a la cama.
No hay intento que valga.
No existe otra distracción.

Es la hora más dura del día.
Tus miedos pertenecen a tu piel.
Los saboreas.

El sabor amargo sientes que te va a ahogar.
El sueño te empieza a salvar.
Abres los ojos, vuelta a contar.

Visualización

Y me di cuenta que, la piedra en la falda de la montaña se veía mejor. No era yo quien debía subirla.
Era yo quien debía estar en la cima de la montaña.
La felicidad fue alcanzada.

Fantasma

Sin quererlo desaparecí.
En la muchedumbre me perdí.
Increíble como la carne se deja de ver.

Pasan a un lado.
Carne sin alma.
Un simple fantasma.

Ante los deseos de otro ser.
Se puede llegar a desaparecer.
Ante los caprichos inmundos.
Se puede llegar a desaparecer.

Al final de cuentas es convertirse en invisible.
En un fantasma ambulante.
Ambulante con conocimiento.
Conocimiento de su inferioridad primitiva.

Al final, convertido en otro fantasma pude crear los míos.
Un fantasma hoy soy.

Es cierto, al final....

Siempre fui un malo, un duro y un rudo; pero al final yo la quise más.

Al final fui un malo, pero yo la abrazaba.
Al final era inmaduro, pero la besaba.
No la comprendía; pero la adoraba.

Es cierto, no me amarraba pero, ahí estaba.
Es falso que fuera mi esposa pero, nunca la dejaba.
Es cierto no me dolía, pero sin ella me moría.

Es cierto que las luces me engañaban, pero sin sus besos me ahogaba.

Todo eso es muy cierto, ella me quería.
Ella decía adorarme.
Ella me mentía, pero yo no huía.

Es cierto, en parte fue mi culpa.
En parte ninguna de ella.

Pero al final, yo la quise más. Yo estuve ahí y ella no lo estuvo más.

Una luz

A pesar de la tormenta, a pesar de lo oscuro; hay algo que te dice que algún día una luz va aparecer.

El color de la pimienta ha ensuciado todo, lo sabes.
Sabes bien, lo que el honor a ellas no les dio.
Aun así, esperas que la luz pueda aparecer.

Que con un “Te quiero…”
Las relaciones de poder se transformen.
Esperas mal, no sucederá.

La genealogía de la moral no se distribuye.
Se nace con ella.
La abnegación es voluntad.
No oportunidad.

Deja de esperar esa luz, ese sentido de calma para ti, no existirá.

viernes, 22 de julio de 2011

Carnaval

Supe que me tenía que sentir bien, simplemente no me quería sentir así.

En la soledad me recomendaron.
“Vete al carnaval.
Sube tus niveles; por un momento.”

No lo dudé, en la soledad.
Emprendí un camino solitario.
La verdad, no comenzó bien.

Al tiempo, un poco de felicidad.
Me olvidé de ti.
No me recordé de mi pecho.

Ya me sentía bien.
Te recordaba con rencor.
Más aun así sin bramar tu nombre.

Al final, ni mis pasos veía.
Al final el sueño me encontró.
Todo me dolía.

Al final la cabeza me dolía.
Pero no me dolía el pecho.
Deje, al menos.
Por un momento, sentirme así.

Tiempo Lento

No te diste cuenta, cómo ni a qué hora la primavera se apoderó de ti.

Al final nada te quedó
Viste una vez más.
Una vez más nada eres.

Que fácil fue vivir tanto tiempo.
Que duro es que pase un minuto.
Te has convertido en su esclavo.

El tiempo bastardo del honor.
Colaboró en apoderarse de ti.
No te lo puedes creer.

“Ignacio, ignorante….esas catedrales destruidas fueron ya”

Nada se puede hacer.
Solamente vivir en el tiempo.
Propiedad de ese minuto.

Preso de tu deseo.
Te convertiste en todo.
En todo menos, su anhelo.

Tiempo rápido

Durante la primavera no existe más aroma que el polen; así inicia la infección.

Notas el calor, no existe frío en la cabeza.
El cariño no extrañas, ahí está.
No te das cuenta que el tiempo te consume.

Te ha consumido.
Te ves embebido en ese encanto.
No quieres más que ese sabor.

No te diste cuenta que el tiempo pasó volando.
No supiste como reaccionar, solo accionaste
No es tu culpa, son tus instintos.

Tus entrañas te movieron.
Gozaste del amor y el cariño.
No te diste cuenta que salir costaría.

El tiempo se fue rápido, gozaste sin gozar.
Amaste sin amar.
Al final el tiempo te consume.

jueves, 21 de julio de 2011

Jugando a la alquimia

Esperando convertir aquello en oro se desveló.
Esperando conseguir resultados diferentes, hizo lo mismo.
Sin saberlo, en su locura y dolor se empezaba a hundir.
Sabiéndolo de igual manera lo siguió haciendo.

Esperándolo se puso a jugar con ello, saliendo ileso.
Al haber, como dicen; gente dentro de la habitación.
Nadie quiere, nunca hablar de amor.
El resultado ya estaba dictado.

Con la alquimia, supo entonces.
Que el resultado nunca es el esperado.
No existe el juego ahí.
Ya no quedaba más fe.

El resultado estaba dictado.

Sangre Pesada

Probablemente llegue a lastimar, probablemente nunca lo llegue a saber.

Sin animadversión
Sangre pesada tú tienes.
En un momento no se comprendió
Más adelante, todo encajó.


Si, es cierto.
Es pasada, fuerte y asfixiante.
Acumula fuerza y energía.
Expulsa el poder en la acción y respirar.
Todo esto es verdad.

Pero, al final.
Siempre y únicamente al final.
La sangre pesada responde.
La sangre pesada es fuego.

Fuego que abriga y no quema.
No quema; protege.
Es algo que con el tiempo se sabe.
El que con arriesgarse se aprende

Lobos

El frío es intenso; ahorca el alma.
Las miradas queman la sangre.
Esos ojos que no sienten nada.
Que perforan lo más profundo de mí.

El viento que atormenta la cabeza.
Ni los placeres del cerebro se gozan.
De una forma; no te diste cuenta.
Simplemente siempre se mantuvo al acecho.

Tiempos diferentes lo es todo.
La intención en su momento fue igual.
Esperó el momento claro para saltar dentro.
Al menos darse cuenta muerto estaba ya.

El lobo acechó; esperó y cuando menos se esperaba algo así atacó y así; una vez más me mató.

martes, 19 de julio de 2011

A mis espaldas

Sin importar el qué dirán.
Que por cierto, dirían.
Un hombre sin orgullo.
Sin valor por sí mismo.


A mis espaldas dirían.
Y no me hubiese afectado.
Te hubiese amado.
A mis espaldas hablarían.

Y no me importaría.
El amor sería más fuerte.
El amor aun es más fuerte.
Deja que hablen a mis espaldas.

Incendios

En honor a esa Zona de Ignacio, se decir que; mataría por volver arder.

Mataríamos entonces, todos por volver arder.
La normalidad no te otorga el fuego del alma.
La pasión se decide culminar con un "nunca más".

Pues bien, dile amor.
Dile amor.
Que ese alivio ya se acabo.
Dile amor.
Que el alivio no te lo doy.

Toda una antítesis de Vegas.

domingo, 17 de julio de 2011

Palabras para usted

Aquí están esas palabras. Esas palabras que su dueña es únicamente usted. Al final, lo consiguió la adoro y usted es mi perdición, mi vicio mi veneno.
No hace falta que las palabras sean eternas, esto es si así lo quiere una última llamada.
En este espacio, durante una semana las palabras permanecerán; el Domingo serán para siempre borradas; y con ellas su recuerdo.
Una última llamada es entonces, una última llamada para que mi atención este volcada en su ser. Una llamada para querer estar con quien hoy, la quiere.
De no ser así, comprenderé que no me quiere, asunto olvidado y la mejor de las vidas posibles.

¿Cómo responder a la llamada?

Pidiendo perdón, a mi corazón y alma lastimada. Reconociendo una, cada una y todas las mentiras que ha dicho; incluso aquellas que se y no las ha hecho saber.
El pasado atrás quedó, pero la confianza en una pareja se funda aceptando el pasado, sino todo es vano.

Entonces, una última llamada es. Pidiendo perdón, aceptando aquellos errores que en mi ser y mi voluntad tengo disposición a perdonar. No digo más, los errores y las mentiras son de mas ya conocidos.

Si quiere querer y ser atendida, si me quiere un poco lo hará.
Sino de verdad, sus problemas conmigo no desea compartir.
Perdón por todo aquello que pude haber hecho mal, yo la adoro.

Simplemente, hoy quiero querer que usted quiera ser querida. Errar de humanos, de sabios aceptarlos y sobre todo, rectificar.

De no ser así, gracias por el tiempo que estuvimos como lo que pudimos un día haber sido. Estas palabras si, son para usted. Nada me importa más hoy que usted.

Una última llamada es.

En ausencia

Las mismas se rehusaban a caer.
El tiempo era parte de su vida.
Sabían que en día o noche caerían.
La lluvia les marcó el camino.

No llegué a saber que así fue.
No quise aprender antes de ellas.
Con ellas, llega el adiós.
De una forma te empiezas a ir.

Esa noche de hipotermia no pude más.
Te empecé a decir adiós.
Y tú, en tu casa sin que te importe.
Y tú, tan alegre y jovial.

La vista mojada y nublada.
La música en el silencio.
Todo esto y cosas que no estaban.
Dictaron la salida en la lluvia.

Las manos heladas moradas.
El aroma a tabaco quemado.
El camino se movía.
Y mi movilidad inmovilizada quedó.

El alcohol hizo su efecto.
Te llamé una vez más.
En mi cabeza yo te llamé.
Y tú, en tu casa sin que te importase.

En otro mundo

En otro mundo su corazón yo llegué a tener.
Cibeles no quiso sonreírnos al mismo tiempo.
Te aleje y tú te acercaste.
Las palabras que la dicha no quiso conocer.

Como en su día dijo Ramón “No quedan dos puntos suspensivos…”

La quiero y ella un día dijo quererme.
Tiempos diferentes.
Tempo bastardo intempestivamente idóneo al desamor.
Finalmente nadie tuvo todo.

viernes, 15 de julio de 2011

Campo

Y en la luz de pronto, quise encontrarte. El clima frio con un sol impertinente en las ideas era idóneo para en ello poder pensar.

Te quise ver, te quise buscar ahí.
Sabía que tu presencia era nada.
Lo que un día fue y hoy se convirtió en un terror.

Una vez más como eterno retorno quisiera yo vivir.
El sol quiso que de la nada, solo estuviese.
Pensando en cómo el agua todo se escapa.


Sentado en esa banca queriendo escuchar tus pasos.
Queriendo escuchar la presencia de tus ojos.
Queriendo sentir la luz de tu boca.
Queriendo querer mis sentidos se trasnocharon.

La luz, me dejo ver las salidas.
Salidas que sin serlo, otorgaban respiro.
Al final era la entrada de tus ojos inexistentes.

Hoy en el sol te pensé, en el campo me quedé.
Me quede en ese campo bajo un techo.
Viendo como tus sonidos se fueron.
Viendo como me lastimaste.

Hoy no veo tus sonidos.
Hoy tus pasos no los veo.
Tus ojos me dejaron aquí.

Las Pociones

Francamente, a Mario le molestaba mucho visitar a sus abuelos. Ir a su casa, apenas fuera de la ciudad era como viajar en el tiempo, pasar del año 2000 al siglo XVIII en simplemente media hora.
Era inevitable, tenía que hacerlo. No era que, sus abuelos fueran molestos, que no los quisiera; al contrario siempre se aprendía algo al visitarlos. Pero al haber entrado a la mocedad, estar lejos de la niña del instituto que le gustaba era, simplemente, un sacrificio que según el merecía premio de alguna especie de mártir.
Al llegar, sus impresiones fueron cambiando de poco. El aroma a tierra mojada le recordó aquellos días, donde el lodo sumado a móviles de juguete simbolizaban una tarde, simplemente; perfecta.
El aire puro, sintió, entró la primera vez en sus pulmones. Sintió de repente que no se encontraba ya, dentro de la ciudad. Al menos el clima, frio y lluvioso significaba estar atado a la televisión satelital, mucha comida (MUCHA) de la abuela además de charlas llenas de detalles de asuntos (que al día de hoy) no comprendía por parte de su abuelo; un militar retirado ya.
Esa misma tarde, en vez de pasar con su abuelo la mayor parte del tiempo (como era la costumbre) decidió pasar con su abuela la tremenda tormenta que azotaba la residencia, en la cocina. Sus ojos inquietos, siempre intentaban mirar la pantalla del móvil asesino de esperanzas y guía de fantasías para los mancebos del nuevo siglo en cuestión de amores.
Poco a poco, se fijo que en un estante. Cercano a la estufa, donde la luz a la cocina no llegaba mucho; había una infinidad de frascos de figuras simpáticas, atrayentes en su contenido por el color tan pronunciad. Que tenía que peguntarle (como todo buen pequeño)
Pero, sobre todo en el estante dos frascos portentosos en su aspecto, cada uno con un liquido diferente. Uno rojo y el otro; blanco. Eran tan bellos dichos líquidos, simplemente estaba hipnotizado.
Intentó hablar con su abuela al respecto, pero ella siempre se mostraba esquiva en cada una de las veces que le preguntaba. No podía comprender como aquellos dos frascos eran tan bellos; daba la sensación de querer sentir su garganta dichos líquidos que a su vista, eran divinos. La abuela fue tajante, “ni verlos, ni tocarlos; menos, menos tocarlos”.
Error, todo lo que a un joven no se le debe decir.
Mario, a la media noche. Su corazón estaba ya poseído, sentía que tenía que probarlos.
Al entrar en la cocina, la luz de la luna de forma paradójica alumbraba en la cocina al dichoso estante donde en la misma tarde se había dejado perder.
Tomó con las manos, al primero de los frascos (siempre su cabeza apuntaba hacia el rojo y el blanco) lo dejó en la mesa y tomó el segundo, el más delicioso pensaba. El rojo y el blanco, vertió en un vaso de vidrio.
Al tomarlo, lo sintió cálido y lo más delicioso en su vida. Su vida, sintió un cambio abrupto; sintió como de repente todo se volvía tan móvil para sí.
La mañana siguiente, su abuela no lo había encontrado en su cuarto para pedirle ayuda con el desayuno, sabía que era un joven muy paciente y servicial.
Al entrar a la cocina, en un minuto su vida dejó de tener sentido. Es entonces cuando una historia tiene cuatro ojos. Dos visiones y dos sentimientos.
La abuela, Adelina se arrepintió en un segundo de haber aprendido las practicas mágicas de su cultura húngara, la vida de un ser inocente y maravilloso había quedado a medias. La piel estaba, a medias. A medio color de oro y plata, era inmóvil en toda regla en la boca con la mano el vaso de vidrio ya vacio.
La abuela, no lo dudó en un segundo. Se sentía impotente y sobre todo, cobarde. Tomo con la mano el frasco de líquido blanco. Lo bebió de un sorbo, al tomarlo comprendió la acción de su joven y bello nieto.
Todo, se volvió tan móvil para ellos. Tan inmóviles quedaron, todo era tan bello; tan móvil para ellos.

Lagrimas sin conocer

Queriendo sufrir y avanzar.
Ayer quise por ti llorar.
Me di cuenta de repente.
Que mis lágrimas no querían bajar.

Llegue pronto a darme cuenta.
Que no quería dejar de saber de ti.
Que tarde supe que te llegue a querer.
Y que al final, nada pude obtener.

Hoy mis lágrimas no caen por ti.
Mis lágrimas aun no quieren sufrir por ti.
Mi cuerpo no te quiere dejar ir.
Mis lágrimas no se quieren alejar de ti.

jueves, 14 de julio de 2011

Sin respuesta

Al final, no supe. Al final, no quisiste la atención. Al final, quisiste que todo quedará en usted. Solo, una vez; la verdad quisiera saber. ¿Por que no pudiste como yo, llegarme a querer? ¿Por que, al final mi atención no fue lo suficiente?
Lo que tuviste aquí no tenías, en otro lado irlo a buscar.
Al final, tu decidiste que todo quedará en usted.

lunes, 11 de julio de 2011

No soy nada

Sin pensarlo, pensándolo.
Sin quererlo, lo deseo.
Bajo el aura occidental del amor quise, un día ser su guía.
No quise saber, no pude comprender que; dicho animal para bisutería usa sus lóbulos.
Una vez, hace tiempo. Dos de forma recurrente. La tercera denota idiotez.
No es culpa del deseo, la naturaleza te empuja hacia tu destino oscuro.

El escuchar es sinónimo, de prestar atención a los labios más; no al dolor, implícito y tácito-menester repetir las cosas para ellas- que se quiere hacer saber. No se comprende, que las palabras sirve, la mayoría de casos para comunicar.
¡Divino invento de la mortal humanidad!
¡Ditirambos a la civilización!
Al final, el olvido no lleva una connotación femenina. Como el deseo, es parte de los hijos de Adán, al final el olvido, lo llega a ser también.
No sufren el olvido, el olvido en su cara no llega a cruzarse en el Delfos femenino.
Al final, una vez más; Ignacio dice “Vuelta a empezar, es hora del dolor vivir, al olvido llegar.”
Que fácil no haber llegado a recordar, para que el olvido nunca las llegue a conocer.
Al final, nada llegue a ser.
¿Por qué creo que, recuerdo es mío y el olvido será para mí?
Una vez más, nada fui. Nada llegue a ser.
Vivir sin recuerdos, ni pena, el olvido no llegará.
Una vez más, nada soy.

domingo, 10 de julio de 2011

Azar sin jugar

Por cada segundo, el reloj mueve sus manecillas.
El tiempo parece eterno durante la espera.
Otro minuto, no te imaginas lo que acabas de hacer.
El humano, como tú, no entiende de tiempo ni oportunidad.

Una hora se vuelve a sumar.
Las gotas resbalan el dolor a través de lo vacio.
Decidiste no ver el móvil con ojos que queman el alma.
Piensas que todo, todo es parte de un juego.

Te digo entonces;
Cada segundo que has dejado pasar sin ver las hojas caer
En cada momento cuyo recuerdo has querido sin querer no recordar
Tus suspiros se perdían entre las risas y el vino
Se te ha llegado a olvidar lo que un día llegaste a sentir

Te olvidaste de una forma estúpida te digo, no supiste que;
En cada segundo que no hablaste
En cada minuto que olvidaste
En cada hora que tu vida te consumió
En cada día que lo decidiste posponer

Fue cada opción que tuviste para cambiarlo todo.
De estar ahí, de apoyar y de querer.
Fue cada momento que tu, decidiste un día dejar de querer.
Es cuando, te digo que, no quisiste querer más
Decidiste no jugar con tu azar.
Decidiste, dar por sentado el azar.

sábado, 9 de julio de 2011

Al tiempo, el orto.

Entre las llagas del dolor, tú vuelves aparecer.
La realidad deja un determinismo implícito.
No se consigue nada con la arena querer remover.

Sólo sé que, en el dolor tu calor me abriga.
Aparece en el tiempo onírico.
Cual astro se entrega al orto.

Vuelves aparecer.
Demuestras que la realidad nunca llegara alterar tu estado inmaculado.
Querida estrella que aparece y se esconde, siempre serás tú.
Enclaustrada en el orto del tiempo onírico dominas mi vida y me entrego a ti.

El dolor nunca, jamás, ni siquiera en otra condición podrá erradicarte de aquí.

Eliminando Libros

Alemania, 1982.

Al fallecer mi abuelo a la edad de 82 años, no sabía por qué sería yo (el más pequeño de los nietos) en heredar su residencia fuera de la ciudad más su colección de libros. Una biblioteca con libros con fechas desde 1600 y una residencia de más de par de caballerías. El dolor que mi grandísimo abuelo, Maximiliano se hubiese ido me hacia indagar más en los libros que un día con tanto esmero me enseñó a cuidar y sobre todo, a poder admirar el poder de la soledad. Existía una razón, (rara por cierto) de porqué era yo el único de los nietos que lo visitaba.
Lo único que dejó, a forma de comunicación fue una carta. Una carta, donde explicaba por qué a mí me heredaba dichos valores materiales (razones que en este relato no vienen a cuento)
Explicaba en ella que, justo en la habitación de al lado de la suya, en su oficina (Oficina donde realmente nunca supe qué era lo mucho que hacía) encontraría algún sentido claro a mi vida. Que tanto así como el fue, capaz de cambiar la historia era mi turno.
Al llegar a la residencia, vacía de presencia humana; empecé admirar el silencio como nunca antes lo había hecho. Glorioso, nada podría describirlo; al llegar a la famosa oficina, note que llave no había. Gracioso anciano, nunca me dejó nada fácil, jamás siempre hizo que exigiera mi cabeza.
Me fui por lo bruto y fácil, tumbe la puerta luego de muchas arremetidas en contra de ella. El olor ha guardado, el inconfundible aroma a abuelo, me eclipsaba. El whisky se mantenía como siempre, el olor a libro viejo y sobre todo a puro, me hizo recordar que siempre como el quise vivir.
En aquel viejo escritorio de madera tenía un cuaderno con una infinidad de apuntes, al sentarme en la silla del mismo escritorio; note que, frente al escritorio a los lados del bar había dos puertas. Jamás las había notado, nunca.
No le di importancia y empecé a leer tan curioso cuaderno. Una vez más, mis ojos quedaron atónitos; esas dos puertas según (lo creyese en ese momento o no) el cuaderno gracias al bar, que parecía estar incrustado a la pared no era, nada lo que parecía ser.
El cuaderno, con voz grave como la de Maximiliano, ese anciano tan sabio como el tiempo, me explicaba teorías sobre los dichosos agujeros negros o bien, agujero de gusano. Nada tenía sentido, ni siquiera la caja de metal que según el dichoso cuaderno contenía materia extraña; suma de quarks que mi cabeza fascinada por las ciencias sociales, hasta el día de hoy había escuchado tremenda aberración física.
Al terminar de leer la ultima pagina decía; “Es tu turno de cambiar la historia sin cambiar el mundo y su historia, los efectos deben ser pequeños pero para ti, magnánimos; una vez alcanzado tu objetivo sabrás como regresar, no lo dudes. Mi más preciado regalo para ti, es cambiar un trozo de la historia a tu antojo. Te quiere, tu abuelo; Maximiliano”
Comprendí de forma implícita lo que estaba a punto de suceder. En el bar había una barra con cuatro dígitos, no lo dude en ningún momento y marque; “1893”.
Abrí la puerta derecha al lado de la “materia extraña”, el resplandor fue penetrante en mi cuerpo. Me vi al instante, saliendo por la otra puerta. Un tipo de canas blancas fumaba en la silla donde hace segundos estaba sentado. En un español confuso me dijo, “Haz lo que te propones hacer, vuelve a tu tiempo y se feliz.”
Salí del cuarto, sabiendo mi misión. Al instante supe, que la persona con la que hable había sido (¿o es?) mi bisabuelo.
Busque en Berlín, el hogar de la valquiria del mal, de la asesina de genios, vampiresa de la sabiduría. Mi alemán, no era el mejor. Indumentaria dentro de la casa que en años, seria mía había mucha ropa para poder parecer de la época. Al salir de la casa (en ese tiempo mansión) un carruaje esperaba, se le había dado órdenes al cochero de llevarme, durante el tiempo que así quisiera donde me placiera.
Nunca, un había de aproximadamente 100 kilómetros, había durado más de un día. Gracias a mis lecturas asiduas de la literatura alemana/prusiana/austriaca sabia a donde ir, el cochero asintió en mi pésimo alemán a donde ir.

Al llegar a la calle, donde mi corazón palpitaba de forma increíble. Durante medio día esperamos, hasta que por una esquina la vi pasar. Como la imagine, como la logre un día “ver” en sus escritos. Cabello rubio, piel tan blanca como la leche.
¡Tan miserable que no debía respirar un momento más!

La mujer, entró a su recinto. De manera, espere unos minutos. Baje del coche, intentando disimular el hecho, que mi fenotipo no era ni de lejos proto prusiano. Forcé de forma seca la puerta, de modo que de un golpe la abrí. “Milagro que alarmas en estos tiempos no existan”, pensé.
Subí por las gradas, debo decir que mi instinto animal me guio por una casa que había leído más nunca visitado. Avance por un corredor de cinco metros, al llegar a la última puerta, de forma sigilosa me aventure a entrar. “Está en el baño” me dije en mi cabeza.

La vi desnuda a punto de entrar a la tina, por un momento comprendí que tan tremenda belleza sintiese atrofia sexual, sin deseo por la carne y la potencia que tenia sobre los hombres, mentes brillantes del siglo XIX.
No sentí cuando ni como ocurrió, simplemente con los brazos frente a mi me abalance hacia ella, fue la única vez que vi en los ojos el miedo humano. Al tomarla por el cuello, ella resbaló, cayó dentro de la tina; no sin antes con la cabeza golpear en uno de los bordes. El golpe, no fue mortal, puesto que todavía tuve tiempo de saborear la victoria en mis manos y como la sangre se diluía en el agua, la vergüenza que un día sus manos tuvieron el descaro de relatar moría en mis manos.

Sus ojos, en ningún momento dejaron de verme. Mi ira, crecía y crecía, la sangre en mi boca la sentía; la venganza de un acto que ni siquiera salía a la luz, estaba consumada ya. La tez rusa blanca, pasó a ser un color como la mora. Saque mis manos de la tina, con la misma agua ensangrentada empape mi cabello, me vi en el espejo y salí a tiempo, a tiempo de ver como Rae entraba en su casa.

Llegué a la mansión al día siguiente, no busque siquiera me quise despedir de la sangre más añeja que tenía relación conmigo. Abrí la puerta, enumere los dígitos y me marché.
Al salir, (o entrar) por la puerta de la misma oficina en el año de 1982, me dirigí hacia la estantería donde estaba ese maldito libro.

El libro donde Lou Andreas-Salomé tuvo un día el valor, o descaro de analizar al mismísimo Dionisio, a Zoroastro al hombre bastardo de su tiempo, a mi Fritz, mi maestro y de la humanidad entera.

No estaba, busqué la biografía de Salomé y no; el libro jamás fue editado. Es más, la casa donde un tiempo vivió con Paul Rae había sido quemada por el mismísimo Rae.

Con una sonrisa, me senté. Por primera vez tomé un puro y pensé; “¿Como una persona pudo haber asesinado sin siquiera, haber nacido? Simplemente en la atrofia sexual que Salomé le generaba a Rae, un día cansado decidió quitarse la vida con ella dentro. Fritz, nunca se enteró; hundido en si mismo estaba ya. Al final, su pensamiento y vida; jamás habría sido comentado en un libro de un ser tan insignificante.”

domingo, 3 de julio de 2011

Dejando el querer, dejando pasar

Aunque el deseo una cosa dicte, aunque la cabeza por momentos se nuble. Al final la cordura acompañada de resignación aparece; llega la hora de decir; “No va más, aquí te quedas y yo me voy”.

En una niñez precoz, supiste la hora de decir adiós.
Te dolió, un golpe que después de los tiempos, persiste.

La droga aparece de un modo adormecedor.
Ese éxtasis comprendes que, es mejor no probarla más.

El recambio de lo perfecto arde de deseo en tu ser.
Te das cuenta que algo tan sucio llega a ser nocivo.

La dulzura de una comodidad sin pasión te entretiene.
Una vez más comprendes que, nada haces ahí.

Y por último, la locura te estremece la cabeza.
La debes dejar ir, pues libre quieres ser.

Al final, amigo; te das cuenta que escapar frente a un altar no es de cobardes. Es de sabios observar desde la montaña la destrucción y el horror de la intimidad. Al final, debes ser honesto, tomar lo que quieras; cuando sientas que te quieres quedar. Huye y nunca mires atrás. Debes dejar el querer, debes dejarlas pasar, huye y no mires atrás.

sábado, 2 de julio de 2011

Tiempos Gramaticales

Sé que estas dentro de mí; más aun es de genio reconocer que algún día te voy a perder. No puedes quedarte conmigo, el miedo se impregna en mí y es hora de decirte adiós.

De forma absoluta sé que no eres tú.
De forma relativa me puedes tener.
De forma absoluta quiero que te largues.
De forma relativa hoy te pido, quédate.

El tiempo gramatical hace una vez más su jugada y mi cabeza queda muy dañada.

Los celos se adentran en el tiempo relativo de la gramática.
Los celos relativos por su intensidad parecen ser absolutos.
La cuarta dimensión queda supeditada a los sentimientos.

Hoy me di cuenta que el tiempo se puede detener, hoy de forma absoluta no te quiero perder.

Hoy son las palabras las que me mandan.
Hoy se que la gramática cambia el deseo.
La vida se marca por los tiempos.
Mi tiempo hoy, es relativo.
Relativa felicidad.

Por ende, el tiempo es eterno en lo relativo. Hoy de forma absoluta no te tengo, hoy absolutamente soy feliz.

viernes, 1 de julio de 2011

Reina del Juego

Una vez más, una para mí. Todas para el mundo. Ninguna para tu realidad; has vuelto a ganar, sin “nada” te has vuelto a quedar.

Jugaste a lo que siempre sueles interpretar.
La mentira no olvidas nunca.
Parte de tu papel impregnado es ya.

Te felicito por vivir el número.
Como buen ilusionista.
Vives el acto, juegas a jugar.

Nacida para engañar.
Vestida para la traición.
No permites un simple aroma.

Debes tenerlo todo, sin algún día; saber que tuviste algo.
Bien jugado, ojos mentirosos.
Bien hecho, ojos sin naturaleza.

Lograste tu cometido, con todo y sin nada te vas a quedar.

Trochilinae del vuelo y el adiós

Pequeña ave que solo busca el néctar, llega sin preguntar; se va al vaciar lo sustancioso del alma. ¡Sigue pues que tu adiós conmigo ha llegado ya!

De una forma intencionalmente intencionada se llega a caer.
Sin darse cuenta el néctar se llega a regalar.
El vuelo tan encantador, adormecedor es su seducción.

Un ave tan pequeña, tan mentirosamente honesta.
La idea de que es incapaz de dañar.
A pesar que la lección sobre animales heridos a sido explicada ya.

De la misma forma, una vez y otra.
Negará el hecho de haber tomado su jugo.
De haber tomado el alma.
De desconcertar la cabeza.

Una vez más ha salido victoriosa en el mano a mano.
Pareciera que, la reputación sin cuidado le tiene.
Toma el alma, destruye la cabeza y crea intimidad.

Un sentido de pertenencia la convierte en Valquiria.
Honesta cómo falsa, belleza horrible que espanta.
Experiencia en su vuelo, experta en decir adiós.

Querida y pequeña ave, tu ganaste.
Ganaste pero a mi jardín no puedes visitar.
Una vez más lograste ganar, ganar; que ni tu sombra se quiera atender.

Vete con el vuelo encantador. Di adiós como sabes decir.
De forma cobarde, silenciosa y mentirosa.

Yo te digo adiós, tu vuelo puedes encausar, me sigues importando.
Pero en este jardín néctar no vas a encontrar más.

Los cuartos luminosos

Entonces, se vio por encima de la ciudad. Sus pies descalzos, los dedos celebraban al aire entre unos y otros. Su cabeza empezaba a sentir frio. De repente, lo supe todo. Podía volar, no solo eso…podía darle dirección al vuelo.
”¿Qué es esto? ¡Qué importa si estoy volando!”

Sintió aliento para salir más allá de la atmosfera, ya tenía 66 años.
“¿Qué importa? De salud no ando bien precisamente, mis hijos se pueden valer ya por sí mismos y mi ex mujer, le tiene más cuidado al dinero que dejare, así que; vamos!”

Germán, al salir de la atmosfera….un vehículo, si. Un vehículo de una sola puerta, a un solo asiento lo esperaba; en ese momento perdió la capacidad de poder manejar su vuelo “gateador”. Al llegar a la nave, su cuerpo se amoldó poco a poco en dicho aparato, que por cierto sus ojos jamás habían podido ver.

La parecía extraño, muy raro (como si lo demás en si fuese normal, gracioso) un experto en economía de su edad, con un Novel a sus espaldas había tenido ya múltiples experiencias que la visión del mundo le llegaba hasta a quedar corta. Le parecía lo más extraño de todo, porque vestía indumentaria toda de blanca, pantalón de algodón parecía, blanco; camisa blanca.
Increíble pero cierto, fue el primer latinoamericano que abordó un vuelo comercial hacia la Luna.
Al caer en cuenta de lo que estaba viviendo, como una nueva experiencia; simplemente se dejo abrazar y la abrazó como si se tratase del último día de su vida.
En su cabeza, existían dudas. “¿Cómo es que puedo volar? ¿Por qué razón al salir de la atmosfera nada me ha sucedido?
Es cierto, todo eso y muchas cosas mas permanecían en su cabeza, un genio de la economía, sin duda. Y como todo genio, a lo nuevo por conocer hay que hacerlo viejo para poder emitir un juicio de valor.
“¡Vamos entonces, vamos a mi querida Luna!”
Entregándose a la aventura, se atrevió a tomar el timón (si es que así se le puede llamar) le dio una dirección, y presionó el botón que parecía obvio que era el que daba impulsión a la nave.
Siempre, Germán; había sentido un amor, un algo, una atracción por la luna. Le parecía enigmática, fantástica, su mirada (porque él como quien te dicta esta historia le puede ver un rostro) lo seducía. La vez que la “visitó”, Germán quedó enamorado de ella; a pesar que nunca llegó a alunizar.
Hoy, era esa oportunidad. Al acercarse, sentía que ella se alejaba más y, aun más.
“Como gato, te digo; mi princesa, no te vayas lejos de mi. Como gato que al anochecer espera tu llegada, te digo ven hacia mí. Quiero verte, sentir tu polvo, besar la cara que todas las noches veo, pero nunca a los ojos has podido tu verme. Dime, entonces ¿Por qué te vas?”
Llegado el punto alunizar, sentía la mirada pesada. Todo oscureció. De repente; una vez más lo supo. Se encontró en ese cuarto luminoso, todo blanco. Nunca la claridad le había molestado tanto como en este momento.

“Señora Santander, sé que es difícil. Pero su esposo, está haciéndole un favor a la humanidad. Sé que los anti psicóticos al día de hoy, no son los mejores y pareciera que en vez de contrarrestar la esquizofrenia la potencian. No comprendemos que sucede. Pareciera que su ex esposo, se niega a “aceptarlas” en su sistema, es por ello que no comprendo; porque el efecto que tiene es de potenciar sus alucinaciones. Dice visitar la Luna, sin nunca poderse ver. Típico de dicha enfermedad; pero hay algo que debo decirle. Todas las noches, no sabemos en donde se mete su ex esposo. Incomprensible. Créame que en nuestro centro las condiciones de seguridad son óptimas. Pero, no sabemos a dónde se va a esconder.”
Una lágrima cayó por la mejilla de Esther. No podía comprender, como ese hombre que fue un gran padre, esposo y una mente, brillante; muy brillante pasaba por esto.
Se dirigió hacia el pasillo donde Germán solía pasar las tardes en una silla de rueda, triste final para un genio de su envergadura pensó.
“Germán, amor mío. Acepta tu medicina que es por tu bien. No luches con tu enfermedad, aprende a vivir con ella y tal vez, un día puedas tu volver a casa.”

Con una mirada perdida la vio, sonrió de forma displicente y dijo. “Soy feliz, fuera de aquí no tengo vida. Tú no eres más mi esposa, yo se que hace meses un divorcio firme. Traspasos de propiedad y vehículos. ¿Qué te crees que soy idiota, ciego o imbécil? Tú decides, vete y déjame con mi felicidad. Jamás a la hora de ella me encontrarán. Ver sus ojos sin que ella me mire me hace feliz. Yo puedo volar, mi carroza espera por mí en el mismo lugar. El día que mi Luna mis ojos pueda ver llegará. Soy feliz aquí, enferma tú que vives del recuerdo; no te das cuenta el poder de la mente. La fantasía cuando la deseas, se convierte realidad. En las noches ve hacia el cielo, el viento me acaricia y la Luna me espera; mi nave soy yo. En el espacio no hay ruido que escuchar, he alcanzado la felicidad.”
Se volvió hacia su mirada perdida, nunca salió de su enfermedad dicen los doctores.
Eso sí, en las noches; nadie sabe dónde está Germán, la felicidad había sido encontrada ya.

Sin ver tú sombra

A un lado de mi razón pasaste. Se me olvidó los momentos de esclavitud por la carne. Tus ojos dejaron de ser zafiros mareantes, simplemente los ojos que un día también deje pasar.

La materia de la ética el primer lugar me hizo tomar.
Atención a lo estúpido quise dar.
No todas las cosas de la vida son las favoritas al alma.
La responsabilidad hizo que mi cabeza se limpiara.

Pasaste como una sombra a mi lado.
No te di atención.
No supe que te podía dar esa atención.
Se me olvidó el color de tus ojos.

Una desintoxicación más pronta de lo esperado.
Que te vaya bien pues Reina de la Mentira.
Vuelas como siempre.
No me doy cuenta de donde estas.

En este día tan cambiado, la atención se me olvido darte.
Al final, nada te costará otra nueva historia inventar.
Tan poco importa ya, que ni los versos son duros.
Tan poco parece importar, que mi alma en ellos no siento más.

lunes, 27 de junio de 2011

Esas Palabras

Quisiste saber que palabras tenían tu nombre. Querías tener esas mismas grabadas en tu piel. ¿Por qué? No te bastaba con ser querida, querías ser dueña de esas palabras.

Esas palabras que son mías, que me alegran.
Que me sacan de la miseria eterna.
Que las invento de una chistera con emociones.
Son las que tu, quisiste un día poseer.
Las quisiste tener.

¿Por qué?

Tan bellas e innombrables sin un tatuaje de piel.
Aunque tus ojos me estremezcan.
Aunque tus caderas me enloquezcan.
Podrás como siempre, como todas.
Asumir que son para ti.

Esas palabras me pertenecen.
Hacen viable lo inviable.
Vida el dolor, felicidad la depresión.

Esas palabras para mis ojos son.
Para que mi alma encuentre reposo.
Y una placidez silenciosa poder yo encontrar.

domingo, 26 de junio de 2011

Una nueva raza

“Simplemente frígida esa mujer, sin ritmo. No sé, porque piensan que se debe hacer toda una alegoría para poder alcanzar su cuerpo. Si al final, el placer efímero que me dan es menos de lo que esperaba que fuese.” En realidad a Víctor sentía una especie de placer al plasmar su imponente querer a las mujeres. Fuese al obtener su cuerpo, a que ellas hicieran lo que el desease o bien, simplemente confundir sus cabezas. “Cabezas con apenas chispas” se decía.

En realidad no se consideraba así mismo como misógino practicante; no existía odio hacia las féminas de su parte. Pero se sentía superior –vaya si lo sentía- y siempre; le gustaba hacer énfasis en ello; de la forma más clara: haciendo realidad la superioridad que el mismo profesaba. No era del género masculino sobre el femenino, era sobre su inteligencia sobre las mujeres que en su camino se encontraban.

“Imbéciles hay en ambos géneros” decía siempre.

Al salir del trabajo un día, al tomar el ómnibus –odiaba conducir vehículo, por algo se había mudado de ciudad. Necesitaba vivir en un lugar donde fuese una ciudad “peatonal”.- leía como siempre, tranquilo (escuchando la música que lo transportaba de lugar sin, quitarle atención a la lectura; “Solo los privilegiados, podemos hacer eso, los genios” el narcicismo era un elemento constante en sus charlas introspectivas.) hasta que alguien tocó su hombro para pedirle asiento a su lado. A pesar que el recinto vehicular lleno ni de lejos, estaba.

¡Angelical! Como Rubén Darío diría pensó; “Hoy me ha visto, hoy creo en Dios”, siempre todo tiene un sentido de ser, sin buscarle sentido; todo tiene una razón en la sinrazón. Aquella mujer de aspecto tan virginal y por cierto, no tonta a su parecer encendió en él, el deseo de conocerla. Porque le parecía una persona inteligente, que se respetaba. No por encontrar, como el resto de ocasiones; sexo y supremacía.


Habló con ella durante el trayecto, durante el tiempo que el maldito destino intempestivo dijo “Hasta aquí”, hora y media hablando con Eliza; así decía ella llamarse.
Por la impresión que ella le causo, la invitó a salir (¿Por que no?) a tomar un café. Algo sencillo, simplemente necesitaba exprimir esa atracción e intentar poseerla al mismo tiempo. Ella, no lo pensó; aceptó, parecía que la atracción llevaba implícita la reciprocidad. Simplemente fantástico.
Primer salida, un éxito; atracción metafísica. Varias semanas se consumen.
Segunda salida, la fantasía se transforma en algo tangible. Ella se siente a gusto, Víctor Manuel a su vez, extasiado.
Tercer salida, se da el contacto físico. Ella se da cuenta que, la pasión que lo hacía mover hacia ella, es fuerte. Era dura, magnitud descomunal.
A pesar del tiempo que había pasado. A pesar de la atracción, que entre ellos existía Víctor Manuel no había cambiado, en absoluto. No sentía el porqué debería de hacerlo.
Finalmente, un día quedan en juntarse en el apartamento de Víctor Manuel, ella esperó a que el terminara de….hacer eso que estaba haciendo en su cuarto. Quien sabe que hacia ahí.
Los ojos de Eliza empiezan a tomar el control de la historia. Una librera, con un vidrio precioso, atesoraba más de un centenar de libros. A ningún autor ella conocía. De pronto un libro que nada tenía que ver con el resto llamó su atención: “Neurología Iniciadora: VM”
Una foto en la primera pagina, increíble. Era Víctor Manuel, postrado en una camilla con varias partes del cuerpo abiertas y dentro, en lugar de partes humanas parecían luces que brotaban. Siguió leyendo y encontró líneas confusas; “Transformación de Hipotálamo, sentido del oído, nuevo centro de mando y demás avances humanos. El paciente, luego de sus operaciones ha llegado a optimizar sus comportamientos. Agilizar sus sentidos, obviar emociones que considere nocivas. Es decir, de una forma consciente controla su propio cerebro, siente lo que desea sentir únicamente”

Ella boquiabierta y con los ojos llenos de lágrimas, no podría creer que existieran seres humanos, si se les podría llamar así; que jugaban a ser un Creador y peor; corregir su trabajo. Abominable.
“¿Es que no lo ves? Soy yo, el inicio de una nueva raza. Un Superhombre. El legado que inicia conmigo donde el ser humano, deja de lastimarse; pero puede sentir el placer y lo busca. Lo busca y se larga. ¿Qué mas cosa que el placer en esta vida necesitamos? No soy un humano, he logrado por medio de años de estudio de mi padre, con ayuda de la tecnología ser, simplemente; magnifico”

Se abalanzó hacia ella con una rapidez envidiable, la besó. Ella lloraba; pero sentía que no podría alejarse nunca. Este era un nuevo lugar.
“Te doy dos opciones. La primera la puerta que esta atrás tuya se puede abrir si usas tus manitas. No me importas por lo que puedas sentir por mí. Y te digo y afirmo, no te quiero ni querré. La segunda, quédate entrégate a mí y si veo que tienes las aptitudes necesarias te hare la segunda de mi especie. Si no las veo, te vestirás; dejaras aquí tu integridad y cada vez que quiera, porque de esa manera será, te volverás a entregar hasta que me aburra, entonces. ¿Qué será?”

El silencio inundó la sala, no se podía respirar entre ellos dos. El fue tajante, a ella le dolió. El no quiso saber más de ella en ese sentido, las emociones para el eran algo obsoleto. Para ella, era la única forma de afrontar esta vida, vida llena de dolor.

Ella, se levantó. Caminó en dirección a la puerta, su figura se miraba gracias a la poca luz que entraba desde la ventana.

“¿Qué esperas para irte?”, espetó el en un tono duro y tajante.

No me iré, solo me asegurare que la puerta este cerrada debidamente. No quiero que nadie sepa, no quiero que nadie mire, no quiero que nadie oiga lo que estamos a punto de hacer. Mi conciencia no debe saber jamás que fue lo que pasó. Me has ganado, no me puedo ir, no deseo irme. Atrapada estoy a ti”

En ese momento, la sensación de poder recorrió su espalda, sabía que había ganado una batalla, sin importancia. Pero una vez más la voluntad, egoísta y masculina venció. La presión emocional, la química y la sensibilidad habían abandonado esa sala mucho tiempo atrás, para no volver jamás.

Terminó, con una mirada de anhelo y de satisfacción en su rostro. Tenía el poder, dolor y la soledad, una victoria impecable. Una victoria de una nueva raza que se disponía en sus manos empezar a generar más de su especie.
El Superhombre ya existía, no era humano. No era algo artificial; era controlable y calculador, era sin duda; mucho mejor.

Intimidad

Atracción de polos, polos opuestos que se atraen. Cuerpos que se juntan con el fin y objeto de la felicidad, placer y compañía. El dolor termina por aparecer, la intimidad se puede llegar a esfumar.

Al inicio la atracción es influyente, determinante.
Determinante que condiciona el accionar.
El movimiento y miradas enfocan un objetivo.
Su cuerpo deseas tener, es lo primero que surge.

Si la reciprocidad existe, orgasmo sensorial.
La intimidad puede llegar, tus piezas debes mover ya.
El terrón de azúcar en tu boca se deshace.
Estas en una intimidad, dinámica; embriagante.

¡Espectacular dulce que la vida me ha privado hasta el día de hoy, hoy he nacido gracias a su sabor!

El tiempo corre y te dice; “Idiota; ¿No te has fijado que mi camino es interminable y que por ello, mientras más rápido corro más cerca estaré de la infinidad de lo interminable?”

No te fijas, no lo quieres ver.
El tiempo te avisa y tu, ni al caso.
Encerrado en la dulzura de dicha comodidad.
La dinámica, no sabes; te va atropellar.

El tiempo pasa, te das cuenta.
El tiempo todo lo cura y termina.
Donde un día hubo intimidad.
Donde el azúcar abundaba.
Se esfumó, fue tu culpa; su culpa.

Hoy en día sabes que, al verla a la distancia la intimidad no está. Sabes que un día fueron uno solo. El amor que existió murió, desapareció.
Hoy amigo, la ves; te duele pero no la extrañas. ¿Acaso no lo has visto ya?
Al tener la intimidad un sentido de pertinencia creaste, tuviste y se escapó
Hoy en día la sangre te correo porque sabes que algo que es tuyo, vuela por las calles, regala miradas y no le importas más.

Hoy amigo mío, sabes que en el devenir de tu vida el dolor será inherente. El dolor será tu alimento.
Hoy amigo mío, sabes qué; la pertenencia no es tener. Hoy sabes que la pertenencia es haber tenido y perdido, algo que es tuyo de alguien más será. La intimidad, dolor y pertenencia por siempre juntos estarán.

viernes, 24 de junio de 2011

Una vez más

Simplemente el humano que ataca sin afán de protegerse. Simplemente el humano es el animal más despiadado. Simplemente en el humano no se debe confiar.

Al final y una vez más todo eso vuelve a pasar.
Una vez más y al final, no se debe acceder.
No se debe intentar conocer lo que el prejuicio dicta.


El afán de querer encontrar algo más que la verdad.
La necesidad de llegar a ver algo más puro que la claridad.
La necedad de quererse enrollar con la humanidad.
Hace que toda la mugre y el odio salgan de su guarida.

Una vez más recuerdo que, soy humano.
Y al serlo siento necesidad de ser un poco gregario
¡Tremenda estupidez!

A la larga, se sabe que todo lo malo sale a flor de piel.
Una vez más el estado humano te hace sucumbir.
Tal vez en un inicio los erizos podrían tener razón.

Probablemente es mejor morir de frio; que de dolor y estupidez.

martes, 21 de junio de 2011

Indecisión

Que si estoy, no se tu lugar; no sé a qué vas a otros brazos.
Que si no lo estoy, lo paso mal; Alprazolam se llega a necesitar.
Es entonces veo tus ojos y me voy, veo tus ojos y no sé quién soy.
No llego a verlos y extraño el hecho de no extrañarlos.

Tu sonrisa me dice, “Embrujado estas, no me puedes dejar.”
Debo ser fuerte, no debo ser indeciso.
Contigo el dolor seria extenso y profundo.
Tus mentiras nos enfrascaron en un salón de incomodidad.

Hoy debo decir, me siento indeciso; quiero besar tus labios.
Que nadie más mire tus ojos de forma eterna y profunda.
No quiero que tu aroma de alguien más pueda alcanzar.
Lo que aquí se encuentra de otro lado no lo debes de buscar.

Hoy me siento seguro de mi indecisión.
Sé que estoy inseguro y por ello toma la decisión con seguridad.
Por no lastimarte, por no arriesgarme me alejo de ti.
No ver tus ojos evitará mi locura y ceguera.

Para no sufrir, para no enloquecer mis celos deben estar lejos de ti.
Hoy me siento seguro de mi inseguridad
Hoy seguramente tomare una decisión.

domingo, 19 de junio de 2011

Erizo

Mientras más leo y leo, me siento un erizo. Mientras más lo pienso, más lejos deseo estar. Un resultado de Erizo, morir de frío.

Susurro

Abrí los ojos, no era siquiera hora de despertar. El cielo a esa hora aún ni existía. La frente dolía de forma imperiosa, un sabor a opio dominaba mi paladar.
El silencio azaroso se hizo presente.

“No te debes occidentalizar en un sentido marital. El amor como lo crees concebir desaparecerá. No tienes la menor idea del daño que puedes a un ser humano hacer sentir. Tu primogénito, tu sangre; a la que hoy en día se exalta como alegoría, sufrirá a costa de tus errores. A costa de tu cobardía sin resolver. Avisado estas ya, la mocedad con dolor inicia y así merma la ilusión por la compañía. Antes las puertas de una segunda escapada estás. ¿Te crees capaz de conseguirlo? ¿La cobardía mortal se apoderó de ti ya? ¿Qué esperas entonces para actuar? ¿Qué esperas para encontrarnos en el camino? Tu decisión es entonces, ya sabes lo que es el dolor. La soledad es mucho más vigorosa. De ti depende elegir tu humor, la intoxicación puedes curar y un sentido de enfermedad poder ignorar.”

El ruido regreso en el silencio. Mi cabeza se vio nublada una vez más. El cansancio hizo su efecto, los ojos volví a cerrar. Esa idea en mi moraba ya.

sábado, 18 de junio de 2011

Miedo

Queriendo prostituir el día de mi Santa se me hace una proposición. La respuesta fue no, el miedo impera en mi ser; no quiero que se detenga el tiempo ese día, una vez más.

Siento que hoy no me encuentro listo, aunque mis fantasmas y yo sabemos muy bien, que eso nunca llegará a pasar.

Mis fantasmas me dicen que el miedo es mi piel. “¿Te imaginas lo que ella pensará?” Me dijo el primer fantasma.
“Eso, si es que ella piensa. Aquí los tres sabemos que la apariencia es algo en ella fundamental. Que las cosas banales son menester en su dieta; no vale la pena” Pensó el segundo, admitía eso como una necesidad fisiológica en su ser.

Destruiría mi cabeza, almacenaría problemas. Entonces, ¿qué?

“Entonces, ¿Qué se puede hacer?” Les pregunte un poco impaciente, molesto y con un leve sentimiento a enfermedad.

“Una cosa se puede analizar, la oscuridad es únicamente ausencia de luz. Si ella no se ve, no existe más que solo en tu cabeza. No la veas y serás feliz. Miedo nunca llegarás a sentir.” Contestó el segundo fantasma, probablemente el más inteligente y el que más poseía mi cabeza, alma y cuerpo ya.

El primer fantasma vio como otra guerra más por mi voluntad perdía.

miércoles, 15 de junio de 2011

Al Final

Capaz de tocar lo más profundo.
Capaz de expresar el dolor.
Una tristeza que es añeja.

Al final te diste cuenta que de cartón piedra, no soy.
Al final supiste una realidad confusa.
Lo incomprensible de mi, hace la vida tenue.
Me gusta saber estar rodeado de tragedia.
La imposibilidad me hace levantar la cabeza.

Al final esas lágrimas caen.
Al final mi pecho se estremece.
Supiste su procedencia.

Una mujer que sin sombra te siguió.
Me sigue en mi cabeza.
La sigo con mi alma y mi certeza.
Te diste cuenta, tarde lo supiste.


Al final supiste que mis lágrimas no caen por ti.

Promesa

Las más difíciles de cumplir, son aquellas que a la propia alma se hacen.
Divinos pensamientos que invocan a la fuerza de la voluntad.
Diciembre es el mes clarificador de la cabeza y objetivos.

Una promesa en el me hice; no beber de labios mortales.
No saber de mujeres que desean apoderarse de mis secretos.
No lo permite, no lo permito ni lo pretendo dejar hacer.

En ese trayecto, el dolor es imposible de esquivar.
Ajeno o propio, el mismo llega y golpea.
Es el asunto entonces de las promesas.

Las promesas están para cumplirse, sobre todo al alma.
Mi promesa hoy no se rompe, no termina aquí.
Hoy puedo decir que una promesa dolor genera.

Me siento feliz de mi convicción estúpida.
Me siento que soy fiel a mi estupidez, preciosa por cierto.
Me quita el aliento, el aire y me da al mismo tiempo vida.

Hoy me soy fiel a mis palabras, no a ti.
No puedo darte mis secretos, una promesa me he hecho.

lunes, 13 de junio de 2011

Un nuevo año

Inicio de algo diferente, algo de realidad con ficción. Un nuevo inicio, un nuevo año.

“Aquí están sus resultados” le dijo la enfermera a Ignacio. A sus 27 años era apenas la primera vez que se hacía un chequeo médico. O al menos eso recordaba.
–Antes de irse pase a mi despacho- le dijo el Dr. Casanova. El asunto que el doctor le quería mencionar era que, de manera extraña en su cuerpo no existían rastros de elementos químicos como la Serotonina, conocidos por su influencia en la felicidad del ser humano.
Al salir de la clínica, Ignacio no sabía que pensar, no sabía que sentir. Según se le indicó existía un incremento en ciertos químicos en su cuerpo más aun así otros, no había rasgos.

Al entrar a su apartamento recordó, “Es hoy 2 de Mayo, una vez más hoy se cumple un año de haber conocido a la Mujer de Ojos Imposibles. Y me veo en el espejo, me duele y sé que no soy el hombre que ella merece. No valgo lo suficiente para buscarla.” Ignacio tenía 13 años soñando con una mujer que, nunca besó, nunca tuvo y lo peor; que la había visto no más de una vez cada año (si tenía suerte). Simplemente para Ignacio, era la razón de levantarse cada día y tener la osadía de ver hacia el espejo para ver, si por fin era el hombre que pudiese el mismo –en nombre de ella- aceptar.

Se recordó entonces, los resultados no habían cambiado. El doctor no pudo explicarle lo siguiente; exceso de testosterona y estrógeno, traducción que el deseo sexual era algo que no solo se daba en las mañanas. A pesar que, Ignacio era un tipo que tenía casi cinco años sin invitar a una dama a su cama. Extraño y mucho más, pensó. Siguió leyendo dopamina, serotonina y norepinefrina. Estas últimas substancias que el cuerpo humano segrega se encargan de mantener la felicidad en niveles bajos, altos o bien, nulos. Lo raro es que Ignacio se sentía feliz, feliz porque el recuerdo de la Mujer de Ojos Imposibles permanecía. No tenía trabajo (vivía de una vieja herencia), no tenia amoríos, vivía en extrema soledad salvo su gato, Lucas.
Siempre consideraba que era una especie de bastardo en su tiempo, no tenía amigos ni persona con la que en realidad mantuviese una estrecha relación. Ni quería, ni necesitaba, era feliz en su tragedia y el recuerdo de una mujer; que aspiraba a verla una vez al año. Una tragedia perfecta, un modo de vivir que Ignacio sabía lo hacía feliz. Algo que su doctor, no supo explicar.
“¿Y acaso esto evitará que siga con mi rutina?” se dijo acostado en su cama, mientras Lucas pedía incesantemente un poco de comida, el maullido más las ganas de un buen anís acompañado de un cigarro lo hizo levantarse. Para su infortunio, anís no había más. Pronto recordó que en un lugar en la zona más adinerada de la ciudad había un lugar nuevo, “Delicias Catalanas”. Refunfuñando y con ganas de un poco de aire se dispuso a salir por su anís. El atuendo el mismo, cabello bien recortado, botas vaqueras, camisa dentro del pantalón; algo que según su memoria le indicaba su padre le solía decir, “La única forma como un hombre se puede vestir.”
El lugar era perfecto, pensó. Claro salvo los mortales superficiales que lo rodeaban en un lugar que solían ir porque estaba de “moda” y era lo más elegante consumir cocina de la “Madre Patria”. –qué pena, para ser idiotas el humano acude en manada.- Dijo mientras sentía como la garganta sentía el fuerte sabor de el licor añejado.
A lo lejos divisó una figura conocida, el tiempo se detuvo. No sabía qué sentir, qué pensar, la Mujer de Ojos Imposibles estaba ahí con un tipo que era la viva estampa de lo que se le conoce alienación, ellos bebían anís. ¡Su anís! No lo toleró, se levantó; quiso salir por la puerta de atrás. Bebió de un sorbo el resto de su anís, dio un último jalón al cigarro y se puso en marcha. Lo delicado era pasar cerca de su mesa, por detrás de la Mujer de Ojos Imposibles, sin siquiera tener el valor de saludarla, hubiese sido devastador.
Al dirigirse hacia la puerta trasera sentía como perdía una batalla (¿o la guerra?); cuando de pronto sintió que algo o alguien lo sacudió hacia el baño. El golpe fue seco, apenas pudo ver cuando era arrastrado hacia un vehículo. Pasaron horas manejando y en ningún momento Ignacio se sintió inmutado, siempre esperaba con ansias la muerte, le parecía simplemente algo natural y para Ignacio que mejor que morir en un 2 de Mayo.

Fue bajado del vehículo aun en movimiento, el golpe fue aun más pasional que el primero. Lleno de polvo, bajo la lluvia de estrellas en esa montaña oscura cuando de repente algo vino a su cabeza. Conocía ese lugar, había pasado ahí antes. Se encontraba en el municipio de Mataquescuintla, justamente la montaña Miramundo. Sintió cómo un hombre alto y espigado se acercó a él a zancadas descomunales, pero sin ir a prisa. Lo tocó por el hombro y todo cambió. De repente la montaña se encontraba a sus pies. ¡Volaba, levitaba! Sueño húmedo de todo infante. Cuatro personas de la misma manera levitaban frente a él, no daba crédito.
“¿Qué sucede? ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hago aquí?”. Los gritos eran vanos, por lo menos estaba a quinientos metros encima de la tierra.
El hombre más delgado habló, “Ignacio o mejor dicho Dionisio, hijo. Hace 350 años fuiste depositado en este mundo. Hace más de dos mil años, nuestra especie le fue encomendada el cuidado de este planeta. No por sus recursos ni por sus habitantes. Es nuestra misión entender y si se puede, poner en práctica algo llamado amor. En tu camino un ser humano, fue colocado. Tu apreciación por este ser es máxima, que miedo te da concretar un encuentro ascético, conocer a ese ser y así descubrir qué es el amor. Debo decirte, que debes seguir tu misión con un poco de ayuda, no te recordarás de mí; pero al tiempo espero que por tu bondad consigas explicar, dejando a un lado la química; ¿Por qué los humanos experimentan amor? Se uno de ellos y a una de ellos amarla debes, ser uno con ella. Hoy no te explicare todo, solo te digo lo siguiente Emakume bat behar du maitasuna. Zure egingo du entregatu behar, galtzeko beldurra duzu. Berarekin joan, orain beldurra duzu, ez da bizi.”
Al tiempo que escuchó esas palabras conocidas, cayó hacia el suelo. Antes de caer se dijo “Ese idioma lo conozco, es Euskera.” El golpe fue rotundo, al caer no comprendió donde estaba, ni por que caía del cielo, ni qué era ese lugar. Dormido quedó. A la mañana siguiente, el sol azotó su rostro, vio hacia ambos lados y pensó; “Hoy es 3 de Mayo, un nuevo año. Este es mi año. Debo buscar a la Mujer de Ojos Imposibles; ese imbécil no puede estar con el amor de mi vida. Mujer de Ojos Imposibles, grito y prometo al cielo que miedo no te tengo, te amo y te voy a conquistar.”
Horas después entro al apartamento, intrépido vio hacia el espejo. Una sonrisa en su rostro lleno de tierra se dibujó; ese hombre había llegado ya.

domingo, 12 de junio de 2011

Año

Siempre al salir de mi cuarto, hablo con mi cabeza. Esas charlas van marcando la mejoría o bien, la destrucción.


Iniciamos con el nuevo recuerdo de lo viejo.
Esperanzado me siento. Este será.
Pienso contar los días que sufro, he ahí primer error.
No me acuerdo, que a ella le sigue sin importar.

“No te había visto, no eres ni de lejos El.”

Existe un rayo de luz, un momento importante.
La mentira me la doy en cuchara, me la he creído.
No hace falta el diván. Yo solo me puedo salvar.
Ahora que lo pienso, son semanas sin el espejo mirar.

“Pero, ¿quien dijo que mi olvido hará que, a ella le importe?”

Estas conversaciones mentales me sacan de mi lucidez.
Este calor no me permite pensar. De repente.
Llega lo que no quería que llegara.
El recuerdo por medios oníricos. ¡Fantástico!

“Ahora si aparece ese maldito espejo”

Una vez más necesito Alprazolam.
En un buen mes los sueños se vuelven recurrentes.
El sentido el mismo, encuentro y desencuentro.
Dolor al amanecer ni mi cabeza quiero ver.

“Quiero que este año termine ya….mi semana de cuatro días ya está aquí. Paremos un momento entre tanta tormenta, entre tanto sueño. Necesito detenerme.
El cambio es inminente. Perplejo dice Ignacio que puedo quedar.
Mientras que cada día entre mi rutina me empiezo a creer que puedo mejorar. Detengámonos un momento. Eso sí; a ella le sigue sin importar.”

Palabras Silenciosas

Escucha atento mujer. Esto a nadie se lo puedes decir. Debes por una vez en tu vida, callar la boca y atender las palabras que a tus inútiles oídos llegan. ¿Puedes hacerlo?

Entonces bien, lo siguiente te lo voy a susurrar. No quiero que el viento ose en llevarse mis palabras para que de esto una historia se pueda contar. ¿De acuerdo?

Debes saber lo siguiente; debes saber que un día me pudiste cautivar. Aplaudo tu esfuerzo, reconozco tu encanto. Además que; tus labios tienen un veneno que hipnotiza. La historia me ha hecho fuerte; no fue del todo tu encanto. No fue suficiente ese encanto que emanas hacia los hombres. No tienes todo lo que se necesita. ¿Comprendes?

Tus manos eran seductoras. En tu cintura me supe desencontrar, supiste con tus caderas llegar me a convencer que lo impensable se podría dar. Al final, pude con un poco de esfuerzo volver a mi naturalidad. Tienes esas cosas que pueden a un hombre la cabeza hacer perder, pero en nuestro trayecto nunca tuyo me reconocí. ¿Lo escuchaste bien?

Pero mujer, no te desanimes. Te sabes cómo eres, ni tu puedes creer tus palabras. Tú sabes quién eres y a cuantos quieres. Pero te digo lo siguiente; no debes decirle esto a nadie. Antes de irme, tu boca quiero.

Debes saber una cosa, que te la reconozco estando solos. Que cuando te veo sin realidad me puedes encantar. Nunca debes decir mujer; pero debes saber qué; si hubo un día que mis pies a casa no supieron regresar. Pegado a ti, viendo tus ojos, susurrando peligrosa mujer; que existió un día en que la victoria tuviste.

Si hubo un día en que tus besos llegue a extrañar.

Momentos de Olvido

Por alguna razón, no importa.
Por alguna otra, me doy cuenta.
La displicencia se hace humana.
Aísla y más ganas dan de aislar.

Aun parece tener una esperanza.
Esperanza que no radica en la sangre.
Es donde menos está.
La esperanza únicamente daño nos hace.

Al final, todo es sufrimiento.
Viniendo de todas partes.
Todo es decepción.
No debe de importarnos más.

Los momentos de Olvido no daré yo. Soy mucho más grande. Más honorable para dejar caer a alguien en ello. No soy vicioso ni estoy encadenado. Los minutos de Olvido nunca daré. Mayor insulto al ser humano no puede existir, no importas tanto; solo importas cuando no hay nada más. En realidad ; de verdad que, no importas tanto.

Familia

De lo cualitativo a lo cuantitativo.
No se aprovecha el tiempo.
Se quieren aprovechar de Él.

La sangre nada te da.
La sangre nada te deja.
Calumnia dan.
Carroñeros son.

Buscan como algo ganar.
De sus ancestros se enorgullecen.
No conocen el honor.

Mañana se van, que bueno que se van.
Solamente lo cuantitativo importa.
Si no hay valores, no hay amores.
No saben apreciar, no saben respetar.

viernes, 10 de junio de 2011

Mes

Primera semana, emocionado.
Digo que ya no importará
Segunda semana, perturbado.
A ella le sigue sin importar.

Los días transcurren, ese espejo me va a matar.

Tercera semana, el cansancio me derrota.
Parece que me vuelve a importar.
Cuarta semana, el anhelo me despierta.
He caído una vez más.

¡Ese desgraciado espejo no deja de verme!

Me hundo y no puedo respirar.
Me agrada vivir sin el aire.
El aire que no le importa.
Los días se pasan y llega el día de pago.

A ella le sigue sin importar.

Musas

A modo de inspiración no existen.
No se encuentran en un mundo terrenal
La prepotencia mortal las hace inexistentes.
La inferioridad fue hace siglos asumida.

Hijas de Zeus sin la propia divinidad.
No hacen lo posible por inspirar.
Mucho menos por existir.
Es por ello que atención no se les puede dar.

Las Musas, Ninfas en mi cabeza están
En el mundo terrenal de paseo vienen
De paseo se van
No conocen los valores ni el honor.

Es por ello que mis Musas, en mi cabeza están
Son solo una idea que alegría me da.
Las otras para la necesidad se encuentran.
Que bella es la tragedia de su inexistencia.

Esas Musas no vienen, ni vendrán.
Esas Musas solo en mi cabeza vienen.
Esas Musas de mi cabeza nunca se van.

Sin dejarla ir

Estarás por siempre sin la presencia física.
Sin que la materia haga su aparición.
Jamás podrás irte de aquí. Jamás dejare que te vayas.
No puedo estar sin ti. Esa idea me hace despertar.
Esa idea me hace querer mejor.

Aunque jamás se llegue a concretar me gusta tenerte conmigo.

La nostalgia me invade como día de noviembre.
Solo sé que nunca te irás.
Solo se que nunca te dejare ir.
Es por ello que te di me quiero aprovechar.

Es por ello que por lo que fuiste, por lo que eres y por lo que serás escribo de ti.

Es por ello que nunca me alejare de ti
Mi hermosa idea.
Eres la única ballena en mi extenso mar.
Es por ello que nunca te dejare ir.

jueves, 9 de junio de 2011

Mayo

Aunque tarde parezca, los ojos para darle la importancia no lo ven.

Inició como se fue Abril. Intempestivo e imprudente.
Sin lluvia, querida madre y hermana de la vida.
Así como intempestivo, más idóneo no pudo ser.
Un cambio fulgurante en su clima, en mi humor.

Una ración de felicidad, un poco de enojo. Pasión para mí.
Se fue lo sucio, llego mi soledad.
La carne no pudo ser más falsa e inoperante.
La felicidad se quedó.

Mayo fue cambiante, Mayo fue contundente.
Mayo me recordó el Ideal, me hizo ver la Materia.
Me hizo Mayo crecer. Mayo me dio lluvia.
Mayo marcó la lejanía de la infección.

Mayo trajo consigo y siempre así será; felicidad.
Mayo se fue para llevarse otro aniversario.
Otra dependencia de mi patria.
Una exaltación por Mayo que me hace vivir y me quiere matar.

Mayo vive en mi, feliz día de mi patria.
Otro año miserable para mí.

Cabeza

Sin estar fresco muy difícil.
Con el sol casi imposible.
Escribir con cansancio demasiado.
La noche no soporta ese humor.

Las estrellas en los hombros caen.
La espalda hace honor al mismísimo Atlas.
El frio no congela las ideas; logran escapar.
El cansancio también me da felicidad.

Buscando la felicidad lo encuentro.
Mi cabeza no está fresca.
Mi ser esta feliz.
Nix se apodera de mí.

Esta noche mi cabeza no da más.
No se siente fresca.
Solo quiere descansar.
Mi cabeza no quisiera estar.

miércoles, 8 de junio de 2011

Prueba

Aunque la apariencia cambie la intensidad y la luz no llega a ser tenue aquí. Aunque el mundo siga girando, el tiempo maltratando a los humanos; eso no cambia nada.


Debemos saber si esto es cierto.
Necesidad de comprender lo incomprensible.
Tendiéndole una trampa a la cabeza, pensar que ya no existe.

El pozo presenta una misma humedad.
Probablemente todo este en mi cabeza.
El no querer escapar, el siempre estar preso en mi libertad.
Hoy tengo una prueba. Una prueba que me quiere tentar.
Te veo como siempre has sido o era una inmensa realidad falaz.

No cambias, eres tú misma quien feliz quiere ser.
Tu esencia eres tú, mi cabeza es la misma.
Quiero ser preso de mi libertad.

martes, 7 de junio de 2011

Día

Abro los ojos y vuelve a empezar.
No mi nombre no es Ignacio.
Pero al igual que sus versos en tres días pueden fallar.
Le he vuelto a hablar y a ella le sigue sin importar.

Me he parado, el espejo insiste en darme malas noticias.
No puedo creer que, al volver abrir los ojos sigo sin ser “El”.

La tonada que viene en tromba me recuerda el pesar cotidiano.
La tragedia me agrada, me abraza pero la madrugada me maltrata.

Al día de hoy, sigo sin ser “El”.
Le pienso en hablar. ¿Por qué? ¿Algo va a cambiar?
A ella le sigue sin importar.

El día caminó, una vez más; he vuelto a fallar.
Cierro mis ojos. Mañana no lo seré más.
Abro mis ojos y si.
A ella le sigue sin importar.

Ser tu dueño

En mi cabeza, atrapada tu estas. Sin saberlo la atracción inició desde el momento en que te vi por primera vez. No es una falsedad, me siento de una personalidad cándida el día de hoy.

En un sentido que me dolió. Vi tu libertad, no lo pude soportar. No estás conmigo, no puedo estar contigo, no quiero estarlo.

Esa libertad que me lastima, aunque todos los días me repito una y mil veces que; tu dueño soy yo.

Tus ojos sin existir me corresponden. Tus manos tersas color de miel en mis sueños se encuentran. Tu boca infinita de besos otro camino que mi boca no puede conocer.

Soy tu dueño, me creo tu dueño al día de hoy. Tu libertad me lastima; aunque la oda exclamada hacia la eternidad se permita. No quiere decir que se legitime.

El día al ser tu dueño tu libertad me lastima.

Me lastima más así feliz te quiero ver; es por ello que te dejo ser, libre eres pues mujer.

¡Ditirambos de amor por ti!

domingo, 5 de junio de 2011

Reminiscencia

Impresionante.
¡Fritz me da ideas; que grandeza!
Por medio de una carta que exclama la verdad hacia Salomé – una idea que me da surge de una verdad hacia Salomé, que curioso- donde le hace mención de trato con reminiscencias de ciertos valores; como si alguna vez los haya tenido ese animal inescrupuloso.
El problema no es determinar la escala de valores inexistentes para jactarse y a la vez llorar por la inexistencia de ellos en Salomé.
El problema es determinar quién es el Avatar de Andreas Salomé; por una parte parece ser un animal tan bello que fulmina a todo aquel poseedor de intelecto y por otra parte puede ser aquella que momentáneamente creo atención y eternamente crea odio.

Queda por determinar; quien merece tan tremendo deshonor. Espero no sea la permanente belleza digna del Avatar de Afrodita.
Lo curioso es que al día de hoy, puedo decir; estar completamente equivocado.

Miradas lentas

Como un golpe en la siente, como recién levantado; como recién se aprende a caminar, es la sensación que puede percibir el alma al sentir presencia –sin importar de que naturaleza sea- tuya en un radio no muy lejano.

Los sentidos llegan a paralizarse, podría decirse; pero se puede decir también que, los sentidos ultiman su rendimiento, llegan a su plenitud enfocándose en una sola silueta.
No va más; aquí es el fin del mundo. Fin, porque no me acuerdo de él; simplemente no existe para mí. El corazón se estremece (sí aquella vieja amiga sensación).

¿Podrá ser? Todos los encuentros son así. Se siente algo diferente, algo limpio puro e impío. Es tan real, tan bizarro; tan extraño que no se sabe descifrar.
Son esas cosas que no se pueden explicar, la ventana abierta está abierta. No son imposibles puesto que; existen. No son imposibles; porque los abrazo. Existen y siento que son míos.

La Pasión de la Voluntad

Más que poder; debería tratarse de la pasión que se le quiere imprimir a la voluntad.
Sea cual sea la acción deberá estar regida por la pasión que se le quiere proporcionar.
Depende de la pasión toda actividad; a raíz de ella serán así los resultados de la misión a la que se encomiende al alma.

Aunque todo ello siempre y traemos a Fritz para decir que; sin la Materia necesaria del Ideal, todo es vano.

sábado, 4 de junio de 2011

No entiende mi cabeza

La cabeza humana no tiene límites. Todo lo puede y lo que no, lo crea. Fascinante aseveración que se comprende en medida que se superan objetivos trazados.

La cabeza humana todo lo puede, todo lo hace.
El comprender tu estancia en ella, indescifrable.
Casi una década teniéndote dentro de mí, sin querer salir sin querer entrar.

Parece ser que nunca te irás.
Pareciera que nunca vendrás.
El estado onírico hace presente los símbolos y sus significados.

Es algo más, que no se puede comprender.
No puedo avanzar, no se me permite hacerlo.

Probablemente es error querer comprender.
A lo mejor es algo que la cabeza no llega a conocer.
A lo mejor, nunca ha estado aquí.

Pueda ser que, con la cabeza no se debe de ver.
Es con algo más.
Probablemente, esto sí es amor.

viernes, 3 de junio de 2011

Otra dimensión

Una temporalidad a toda otra situación onírica hasta los primeros catorce años. Fantástica realidad inexistente que sucede al cerrar los ojos. Colores que han sido vistos en todo el día surgen y se presentan a la cabeza.

Pero, momento. Hay un momento dentro de esa situación, diferente a todos los demás momentos, tiempos y situaciones oníricas.

Lo más real de la etapa del sueño, la vivencia de otra dimensión es con el Ideal; a ti me refiero mujer de ojos imposibles. Solo tú eres capaz de verdad de transportarme a lugares sin existir donde sí, de verdad; primero te veo y luego existo.

Lo diferente de todo; es algo inalienable en la realidad. Algo que debo comprobar únicamente a tu lado. El deseo, la carne no existen. Solo tu esencia es importante, nada importa más. Tu mano, tus ojos son el centro de esa tierra. De mi tierra eres tú el centro eterno.

Simplemente, dentro del espacio onírico se puede soñar. Estando soñando me haces soñar con el beso que te deseo dar. Un beso que sin cesar lo tengo en mi mente, en mis sueños al verte eso deseo. Sin cesar yo te quiero besar, al soñar yo solo una vez te quiero besar.

Qué triste es no poderlo expresar. Qué bueno es que esto que siento hace que las palabras que escojo para regalarte tu apología no existen. Es porque te hago grande, magnifica e inmaculada, mi mujer de ojos imposibles.

Me haces soñar al soñar, al soñar yo solo tus labios quiero tocar.

miércoles, 1 de junio de 2011

Hoy hice a una mujer llorar

Sus lágrimas no logré descifrar. No supe comprender; hace años lo deje de hacer.
El tiempo me ha dicho que esas lágrimas no son de verdad.

Mi cabeza no encuentra razón en el llorar de un ser tan intempestivo hacia el honor.
En este día no supe cómo reaccionar. Las lágrimas no son de verdad.

Ante el dolor ajeno femenino a mi parecer infundado el ignorar es propio de ser.
Hoy vi a una mujer llorar. Fue mi culpa, hoy hice a una mujer llorar.

Mi culpa fue, por no quererla comprender. La enfermedad se trata no se comprende.
No quiero comprender enfermedad, no quieren comprender el honor.
Las tablas están dichas, el resultado es obvio. La moral no es parte de sí.

Hoy hice a una mujer llorar. No me importó. ¿Por qué me tiene que importar?

No mentí, no manipule. Fui yo. Únicamente yo, quien la verdad dijo.

Hoy hice a una mujer llorar, una mujer hice llorar. Las lágrimas cayeron.
Saber si las lágrimas fueron verdaderas o no, no compete a mí ser.

Hoy hice a una mujer llorar.

lunes, 30 de mayo de 2011

Ella te cambió

“Tras esa mujer, tu corazón no existe más. Solo placer buscas; insensible te has vuelto ya. No sé que hizo ella en ese tiempo. Pero sin duda eres diferente; eres ahora insensible y frio, cerca de la personalidad de tirano.” Le dijo ella, no podía creer en lo que ese hombre, que no parecía tener emociones que algún día fue cercano a ella se habia convertido.

“No comprendes, es una forma de mejorar. Soy feliz, siento mi poder en el dolor, el miedo y la soledad. No te acerques de mí pidiendo cosas que no me interesan otorgar. Vete, si eso es lo que quieres. ¿Soy un tirano? Está bien, dime entonces; ¿Qué haces cerca de mi? ¿Qué esperas ganar estando frente a mí? Eso que pides, no es tuyo, no es de nadie. No existe ese sentimiento, ese viejo tipo murió en un lugar lejos de aquí.”

El silencio inundó la sala, no se podía respirar entre ellos dos. El fue tajante, a ella le dolió. El no quiso saber más de ella en ese sentido, las emociones para el eran algo obsoleto. Para ella, la única forma de escapar de todo.

Ella, se levantó. Caminó en dirección a la puerta, su figura se miraba gracias a la poca luz que entraba desde la ventana.

“¿Qué esperas para irte?”, espetó el en un tono duro y tajante.

“No me iré, solo quiero asegurarme que la puerta este cerrada debidamente. No quiero que nadie sepa, no quiero que nadie mire, no quiero que nadie oiga lo que estamos a punto de hacer. Mi conciencia no debe saber jamás que fue lo que pasó. Me has ganado, no me puedo ir, no deseo irme. Atrapada estoy a ti”

En ese momento, la sensación de poder recorrió su espalda, sabía que había ganado una batalla, sin importancia. Pero una vez más la voluntad, egoísta y masculina venció. La presión emocional, la química y la sensibilidad habían abandonado esa sala mucho tiempo atrás, para no volver jamás.

Terminó, con una mirada de anhelo y de satisfacción en su rostro. Tenía el poder, dolor y la soledad, una victoria impecable.

Mentir

Llega a ser necesario, puesto que la verdad tú no deseas escuchar. Tus caderas son tan anchas dijo Joaquín, no lo quieres saber. No puedo ser de nadie, pero todo lo quieres para ti, incluyendo mis ideas y mis suspiros.

Es algo completamente imposible. ¿Acaso no lo ves? ¿No lo sabes? Las musas, al menos para mí, no existen. No tienen cuerpos, no se ven; simplemente intangibles son.

La verdad no quieres saber, esas palabras nunca te las diré entonces. Mentiras te doy, así eres feliz. Mis versos no son para ti. Intento escribir para encontrar la musa perdida, tú ni hoy ni mañana serás esa.

¿Acaso no lo ves? ¿Acaso no lo comprendes? Solo tu cuerpo yo quiero poseer, lo demás es vano y aburrido para mí. Mentiras te digo pues, porque así eres feliz. No lo ves, no lo quieres saber. Esa musa no eres tú, esa musa no existe.

Solamente eres una herramienta de placer, no existes para mí. Al menos me importas un poco, un poco para poderte mentir. En este apartado aprovecho para decirte, que mentiras te digo, no me importas. Mi universo es más grande que tu existencia.

No me importas. ¿No lo ves?

domingo, 29 de mayo de 2011

La Conveniencia es Oportuna

Si se desea algo, solamente se pide. O bien, se hace el ademan de pedir. Esto siempre será oportuno en detrimento de terceros. Lo que uno hace para beneficiarse, alguien tal vez humilde, noble (o de la misma calaña) se verá perjudicado.

Es por ello, que la conveniencia se presenta o de madrugada o al estar desprevenido. La conveniencia la buscan seres inferiores que no pueden prever el mínimo detalle, siempre quieren estar a la intemperie buscando culpar el azar del destino.

El orden genera una vida feliz, segura y por sobre todo satisfactoria. Por ello, en vez de buscar la conveniencia en el momento inoportuno para terceros; mejor intentar ayudar a los terceros. Enaltecer el alma

Juzgar madurez

Antes, tu aura de perfección –que no es que hayas dejado de tener- te daba un cierto nivel de superioridad. De madurez, puesto que lo femenino siempre madura antes que lo masculino. ¿Es así, verdad?

Tremenda estupidez, puesto que al final el ser femenino tiende a ser mucho más superficial. Buscando idioteces, intentando reconocerse entre las luces y el ruido. Es incapaz (y tu así lo eres) de reconocer la calma como el cauce para vivir bien.

Sin buscar lo profundo del alma. Sin preguntarse la misión, sin realizar abnegación. Únicamente pensar en ti misma, pues inmadura y estúpida eres. Claro, insensible mis palabras, patana mi actitud. Claro, no pretendo que un ser con siquiera indicios de alma pueda (como el resto de su especie) leer las frases y comprender palabras.

Quien ahora te juzga soy yo.

Hace casi un año

Hace ya tiempo todo cambió, hace un poco de tiempo que tú y yo aparentemente dejamos de compartir sangre. Deje de sentir miedo por ti, deje de sentir en muchos casos empatía por tu estupidez. Tu inteligencia sistemática es tan solo una nada comparado con mi magnificencia y mi creatividad.

Hace casi un año, deje de confiar en ti, deje de interceder por ti. Hace casi un año deje de tenerte miedo a ti.

Desde la cocina



Viendo desde la cocina únicamente Ignacio importa lo suficiente.

Homenaje a la Esperanza


Un pequeño intento de homenaje al caminante y su sombra. Un vistazo a la Esperanza. Las horas más deliciosas de mi vida invertidos en ellos. Las primeras horas de la estimulación cerebral. Gracias maestro.

viernes, 27 de mayo de 2011

Estremecer

Agujero en el abdomen, olvido del tiempo y pérdida de la noción de la realidad.
El tamaño se hace algo incomprensible en ese momento.
Todo se detiene, la última mirada acuerda a la primera de su especie.
Cosquilleo en la espalda y brazo y el calor infernal más angelical nunca antes sentido por el pecho.

Jamás regresó, hace ya años que esa tan lejana sensación no aparece.
¿Por qué?
A lo mejor la química la destruyo en contubernio con la carne se encargaron de extinguirla.
No importa si no regresa, existe la sensación que se vivió lo más bello que puede existir.

Y con el simple hecho de haberla perdido para siempre; ya es ganancia.

jueves, 26 de mayo de 2011

La tragedia me persigue

La deseo y empapa mi vida. Sin existir la generó para encontrar el estado ideal de felicidad.

Sin ella, estoy deprimido sin la propia felicidad. Con ella mi felicidad se deprime y eso me hace feliz. Infeliz quiero ser para poder yo escribir. Sin ella soy incapaz de sentir, la química se apodera de mí y así idiota parezco.

Sin la depresión soy infeliz de felicidad. Sentimiento, sensación tan vacío es estar feliz; sin la tragedia todo parece de color, curiosamente todo lo veo diferente. Lo gris me agrada, lo gris me recuerda que vivo estoy y que mejor puedo estar.

Pero buscamos, mi locura, quienes en mi habitan y yo, la tragedia para de ella aprovecharnos. Seducirla, tenerla y usarla para fines propios, satisfacernos a costa de ella. Cual noche fría me acuesto con ella y luego uso esa vivencia para mi bien.

En la tragedia yo quiero estar, de ella valerme y con ella acostarme. Vivir de la tragedia

miércoles, 25 de mayo de 2011

No es a ti….

No es a ti a quien yo escribo. Es a esa sombra que me quedo de un sabor rojo floreado. Es a la idea que de ti quedo en mi retina. Es a las aptitudes que creo que posees. Por momentos, me olvido y entrego mi atención a tu mortalidad.

La idea tuya, mi eterna tragedia es saber que no existes. Saber que no estás y que no quiero nada más. La idea tuya me atormenta la cabeza, confunde la química en mi cuerpo; condiciona todos mis objetivos, merma mi vida.

Es por ello que hago una apología de ti, tu idea, mi ideal me hace sufrir y al mismo tiempo gozar. Me permite ver la belleza en el dolor, me deja expresarme y liberarme de lo que creo que eres tú.

No te escribo a ti, es a la idea que yo quiero proyectar. Es a la idea de una mujer que hace sacar lo mejor de mí. Que me hace querer ser mejor y al mismo tiempo, sabiendo que no puedo saber de ti.

Desintoxicación

Lo reconozco, la costumbre me pegó. Me alcanzó y me pudo tocar. Mi alma se sintió, se recordó de las promesas a la vida. A mi vida y a otra vida.

Menester es respetarme, si no nadie lo hará. Es por ello que hoy, que estas lejos de mi. Al fin, después de meses largos como nunca, estas fuera de aquí. No te quiero volver a ver, no me interesa saber de tu enfermedad, sea mental o de verdad.

Es por ello, que solo quiero estar. Por siempre hoy quiero estar solo. En este ciclo sin serlo, me comprometo a terminar de desintoxicarme de tu olor, carne e impulsos. Un golpe a medias, que me recuerda el camino que marqué y el que de la misma manera debo seguir.

Hoy estas lejos de mí, así te quiero saber. No quiero tenerte donde tu aroma me pueda impulsos crear. No quiero saber de ti, es tiempo de recordar que enfermo no quiero estar.

Acto Final

Suenan los reflectores. Es hora de empezar. La obra empezó meses atrás, tú sabías bien a que jugabas. Yo por mi parte, una idea vana tenía nada más. Empecé actuar a tu lado, tu actuación fue digna de una gran tragedia. No para mi, si no para tu pobre alma y tu personalidad.

Padecí emociones viejas. Excitación, ansiedad por momentos incluso cariño por ti. Pero siempre iba hacia un lugar donde tú misma sabias que íbamos a llegar. Tu guion de memoria repetías.

Una cosa no sabias, la escapatoria no formaba parte de tu actuar. El último acto forma parte de mi paciente silencio y de mi asco por tu estado de mujer mentirosa. Mi escapar estuvo lleno de emociones, ninguna de ellas fue verdad.

¿Mi corazón me duele? No. ¿Te amo? No. ¿Te quise? No. ¿Siempre lo supe? Claro.

No sé de verdad si desearte suerte, me tiene sin cuidado. Busca un camino que quieras seguir ensuciando. Tu cuerpo se consume, la carne se pudre pero tu cabeza seguirá mal, mal y peor. Pobre de ti. Pobre estúpida que no supiste al final actuar.

El acto final formó parte de mi mentira, mi prestigio puedes tú creer haber derrotado. Que importa, si tú no me importas.

Jugamos a tirar, a dar -Y como dijo Nacho "Y Yo soy mejor...."

A manera de lluvia

De su misma manera te comportas. La imploro al cielo y se niega. Hoy muchos días después de bramar por la misma aparece forma repentina, abrupta y arría mi vida por fin. Mi cabeza se siente fría pero los pies me siguen quemando.

Me quema como tu ausencia, tu impertinente ignorar y tu intempestivo actuar. Como la lluvia de comportas, esa manera prefieres y así es como me esquivas.

A manera de lluvia te mueves, nublas mi cabeza. Te vas cuando deseas y luego aparece el sol. Aun así amo la lluvia, amo su manera y amo tu ignorar. En mi tragedia me siento frio, placido y en silencio.

A manera de lluvia te presentas, me nublas la mirada y nada más puedo ver que la lluvia. La lluvia refresca; mi cabeza enfría y me quema los pies.

martes, 24 de mayo de 2011

Amor Daltónico




Primero el gato pensó “No aparece ella esta noche. No está ni creo que vendrá. Luna, ¿donde estas mi Luna?. Aunque unos te vean de una forma, para mi eres única. Eres mía sin poderte tener. Eres mía sin a tu lado poder yo verte”. –El tiempo siguió pasando, definitivamente esa noche la Luna no aparecería para el gato. Paso en vigilia hasta entrada la madrugada, el fastidioso sol por oriente se vio aparecer y entonces, resoplando dijo “Ese sol, tan venenoso; anuncia mi retirada y el nacimiento de mi sueño. Ni siquiera puedo verla en mis sueños, puesto que al descansar el aparece en mi cabeza. Esta noche ella si vendrá, me quiere ver y quiere que estemos juntos”.


El gato observó detenidamente, sintió como se erizaba poco a poco; sabia que algo sucedía. Su pupilas se dilataron como al cazar. Hipnotizado estaba ya, nada podía hacer. “Ohhh Luna, tanto tiempo te espero y nunca apareces. Las noches cuando estas mi mirada no puedo retirar. Tu belleza me dice que solo a ti te puedo amar. Aunque me dicen que eres malvada, que de mi nada quieres saber, yo solo te quiero amar. Oh Luna, ¿porque es que no me quieres nunca hablar? Me dicen que tu color es más claro, no me importa el color que veo, eso es lo que amo. Siento tus brazos sobre mí, siento que me ves y me besas. No comprendo la estupidez de la distancia; si incluso los días que no te veo; no puedo dejarte de amar. ¿Luna? ¿Algún día podrías siquiera darme una palabra? Espero que tu algún día a mi me puedas amar.”

El sol volvió aparecer y la luna siguió camino hacia occidente. El gato una vez más vuelve a dormir, esperando que un día el corazón de la Luna pueda el tener.