sábado, 23 de julio de 2011

Momento más duro del día

Los días con intención se empiezan.
Ignorando por hoy, el espejo.
Las horas suceden intentando ignorar.

La cabeza intenta así misma, bloquearse.
En todo el día, realmente no lo consigue.
Pero aun no besa a la almohada.

Al llegar a la cama.
No hay intento que valga.
No existe otra distracción.

Es la hora más dura del día.
Tus miedos pertenecen a tu piel.
Los saboreas.

El sabor amargo sientes que te va a ahogar.
El sueño te empieza a salvar.
Abres los ojos, vuelta a contar.

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