lunes, 30 de mayo de 2011

Ella te cambió

“Tras esa mujer, tu corazón no existe más. Solo placer buscas; insensible te has vuelto ya. No sé que hizo ella en ese tiempo. Pero sin duda eres diferente; eres ahora insensible y frio, cerca de la personalidad de tirano.” Le dijo ella, no podía creer en lo que ese hombre, que no parecía tener emociones que algún día fue cercano a ella se habia convertido.

“No comprendes, es una forma de mejorar. Soy feliz, siento mi poder en el dolor, el miedo y la soledad. No te acerques de mí pidiendo cosas que no me interesan otorgar. Vete, si eso es lo que quieres. ¿Soy un tirano? Está bien, dime entonces; ¿Qué haces cerca de mi? ¿Qué esperas ganar estando frente a mí? Eso que pides, no es tuyo, no es de nadie. No existe ese sentimiento, ese viejo tipo murió en un lugar lejos de aquí.”

El silencio inundó la sala, no se podía respirar entre ellos dos. El fue tajante, a ella le dolió. El no quiso saber más de ella en ese sentido, las emociones para el eran algo obsoleto. Para ella, la única forma de escapar de todo.

Ella, se levantó. Caminó en dirección a la puerta, su figura se miraba gracias a la poca luz que entraba desde la ventana.

“¿Qué esperas para irte?”, espetó el en un tono duro y tajante.

“No me iré, solo quiero asegurarme que la puerta este cerrada debidamente. No quiero que nadie sepa, no quiero que nadie mire, no quiero que nadie oiga lo que estamos a punto de hacer. Mi conciencia no debe saber jamás que fue lo que pasó. Me has ganado, no me puedo ir, no deseo irme. Atrapada estoy a ti”

En ese momento, la sensación de poder recorrió su espalda, sabía que había ganado una batalla, sin importancia. Pero una vez más la voluntad, egoísta y masculina venció. La presión emocional, la química y la sensibilidad habían abandonado esa sala mucho tiempo atrás, para no volver jamás.

Terminó, con una mirada de anhelo y de satisfacción en su rostro. Tenía el poder, dolor y la soledad, una victoria impecable.

1 comentario:

Luis Carlos dijo...

puta vos! andas loquendo vdd!