lunes, 27 de junio de 2011

Esas Palabras

Quisiste saber que palabras tenían tu nombre. Querías tener esas mismas grabadas en tu piel. ¿Por qué? No te bastaba con ser querida, querías ser dueña de esas palabras.

Esas palabras que son mías, que me alegran.
Que me sacan de la miseria eterna.
Que las invento de una chistera con emociones.
Son las que tu, quisiste un día poseer.
Las quisiste tener.

¿Por qué?

Tan bellas e innombrables sin un tatuaje de piel.
Aunque tus ojos me estremezcan.
Aunque tus caderas me enloquezcan.
Podrás como siempre, como todas.
Asumir que son para ti.

Esas palabras me pertenecen.
Hacen viable lo inviable.
Vida el dolor, felicidad la depresión.

Esas palabras para mis ojos son.
Para que mi alma encuentre reposo.
Y una placidez silenciosa poder yo encontrar.

domingo, 26 de junio de 2011

Una nueva raza

“Simplemente frígida esa mujer, sin ritmo. No sé, porque piensan que se debe hacer toda una alegoría para poder alcanzar su cuerpo. Si al final, el placer efímero que me dan es menos de lo que esperaba que fuese.” En realidad a Víctor sentía una especie de placer al plasmar su imponente querer a las mujeres. Fuese al obtener su cuerpo, a que ellas hicieran lo que el desease o bien, simplemente confundir sus cabezas. “Cabezas con apenas chispas” se decía.

En realidad no se consideraba así mismo como misógino practicante; no existía odio hacia las féminas de su parte. Pero se sentía superior –vaya si lo sentía- y siempre; le gustaba hacer énfasis en ello; de la forma más clara: haciendo realidad la superioridad que el mismo profesaba. No era del género masculino sobre el femenino, era sobre su inteligencia sobre las mujeres que en su camino se encontraban.

“Imbéciles hay en ambos géneros” decía siempre.

Al salir del trabajo un día, al tomar el ómnibus –odiaba conducir vehículo, por algo se había mudado de ciudad. Necesitaba vivir en un lugar donde fuese una ciudad “peatonal”.- leía como siempre, tranquilo (escuchando la música que lo transportaba de lugar sin, quitarle atención a la lectura; “Solo los privilegiados, podemos hacer eso, los genios” el narcicismo era un elemento constante en sus charlas introspectivas.) hasta que alguien tocó su hombro para pedirle asiento a su lado. A pesar que el recinto vehicular lleno ni de lejos, estaba.

¡Angelical! Como Rubén Darío diría pensó; “Hoy me ha visto, hoy creo en Dios”, siempre todo tiene un sentido de ser, sin buscarle sentido; todo tiene una razón en la sinrazón. Aquella mujer de aspecto tan virginal y por cierto, no tonta a su parecer encendió en él, el deseo de conocerla. Porque le parecía una persona inteligente, que se respetaba. No por encontrar, como el resto de ocasiones; sexo y supremacía.


Habló con ella durante el trayecto, durante el tiempo que el maldito destino intempestivo dijo “Hasta aquí”, hora y media hablando con Eliza; así decía ella llamarse.
Por la impresión que ella le causo, la invitó a salir (¿Por que no?) a tomar un café. Algo sencillo, simplemente necesitaba exprimir esa atracción e intentar poseerla al mismo tiempo. Ella, no lo pensó; aceptó, parecía que la atracción llevaba implícita la reciprocidad. Simplemente fantástico.
Primer salida, un éxito; atracción metafísica. Varias semanas se consumen.
Segunda salida, la fantasía se transforma en algo tangible. Ella se siente a gusto, Víctor Manuel a su vez, extasiado.
Tercer salida, se da el contacto físico. Ella se da cuenta que, la pasión que lo hacía mover hacia ella, es fuerte. Era dura, magnitud descomunal.
A pesar del tiempo que había pasado. A pesar de la atracción, que entre ellos existía Víctor Manuel no había cambiado, en absoluto. No sentía el porqué debería de hacerlo.
Finalmente, un día quedan en juntarse en el apartamento de Víctor Manuel, ella esperó a que el terminara de….hacer eso que estaba haciendo en su cuarto. Quien sabe que hacia ahí.
Los ojos de Eliza empiezan a tomar el control de la historia. Una librera, con un vidrio precioso, atesoraba más de un centenar de libros. A ningún autor ella conocía. De pronto un libro que nada tenía que ver con el resto llamó su atención: “Neurología Iniciadora: VM”
Una foto en la primera pagina, increíble. Era Víctor Manuel, postrado en una camilla con varias partes del cuerpo abiertas y dentro, en lugar de partes humanas parecían luces que brotaban. Siguió leyendo y encontró líneas confusas; “Transformación de Hipotálamo, sentido del oído, nuevo centro de mando y demás avances humanos. El paciente, luego de sus operaciones ha llegado a optimizar sus comportamientos. Agilizar sus sentidos, obviar emociones que considere nocivas. Es decir, de una forma consciente controla su propio cerebro, siente lo que desea sentir únicamente”

Ella boquiabierta y con los ojos llenos de lágrimas, no podría creer que existieran seres humanos, si se les podría llamar así; que jugaban a ser un Creador y peor; corregir su trabajo. Abominable.
“¿Es que no lo ves? Soy yo, el inicio de una nueva raza. Un Superhombre. El legado que inicia conmigo donde el ser humano, deja de lastimarse; pero puede sentir el placer y lo busca. Lo busca y se larga. ¿Qué mas cosa que el placer en esta vida necesitamos? No soy un humano, he logrado por medio de años de estudio de mi padre, con ayuda de la tecnología ser, simplemente; magnifico”

Se abalanzó hacia ella con una rapidez envidiable, la besó. Ella lloraba; pero sentía que no podría alejarse nunca. Este era un nuevo lugar.
“Te doy dos opciones. La primera la puerta que esta atrás tuya se puede abrir si usas tus manitas. No me importas por lo que puedas sentir por mí. Y te digo y afirmo, no te quiero ni querré. La segunda, quédate entrégate a mí y si veo que tienes las aptitudes necesarias te hare la segunda de mi especie. Si no las veo, te vestirás; dejaras aquí tu integridad y cada vez que quiera, porque de esa manera será, te volverás a entregar hasta que me aburra, entonces. ¿Qué será?”

El silencio inundó la sala, no se podía respirar entre ellos dos. El fue tajante, a ella le dolió. El no quiso saber más de ella en ese sentido, las emociones para el eran algo obsoleto. Para ella, era la única forma de afrontar esta vida, vida llena de dolor.

Ella, se levantó. Caminó en dirección a la puerta, su figura se miraba gracias a la poca luz que entraba desde la ventana.

“¿Qué esperas para irte?”, espetó el en un tono duro y tajante.

No me iré, solo me asegurare que la puerta este cerrada debidamente. No quiero que nadie sepa, no quiero que nadie mire, no quiero que nadie oiga lo que estamos a punto de hacer. Mi conciencia no debe saber jamás que fue lo que pasó. Me has ganado, no me puedo ir, no deseo irme. Atrapada estoy a ti”

En ese momento, la sensación de poder recorrió su espalda, sabía que había ganado una batalla, sin importancia. Pero una vez más la voluntad, egoísta y masculina venció. La presión emocional, la química y la sensibilidad habían abandonado esa sala mucho tiempo atrás, para no volver jamás.

Terminó, con una mirada de anhelo y de satisfacción en su rostro. Tenía el poder, dolor y la soledad, una victoria impecable. Una victoria de una nueva raza que se disponía en sus manos empezar a generar más de su especie.
El Superhombre ya existía, no era humano. No era algo artificial; era controlable y calculador, era sin duda; mucho mejor.

Intimidad

Atracción de polos, polos opuestos que se atraen. Cuerpos que se juntan con el fin y objeto de la felicidad, placer y compañía. El dolor termina por aparecer, la intimidad se puede llegar a esfumar.

Al inicio la atracción es influyente, determinante.
Determinante que condiciona el accionar.
El movimiento y miradas enfocan un objetivo.
Su cuerpo deseas tener, es lo primero que surge.

Si la reciprocidad existe, orgasmo sensorial.
La intimidad puede llegar, tus piezas debes mover ya.
El terrón de azúcar en tu boca se deshace.
Estas en una intimidad, dinámica; embriagante.

¡Espectacular dulce que la vida me ha privado hasta el día de hoy, hoy he nacido gracias a su sabor!

El tiempo corre y te dice; “Idiota; ¿No te has fijado que mi camino es interminable y que por ello, mientras más rápido corro más cerca estaré de la infinidad de lo interminable?”

No te fijas, no lo quieres ver.
El tiempo te avisa y tu, ni al caso.
Encerrado en la dulzura de dicha comodidad.
La dinámica, no sabes; te va atropellar.

El tiempo pasa, te das cuenta.
El tiempo todo lo cura y termina.
Donde un día hubo intimidad.
Donde el azúcar abundaba.
Se esfumó, fue tu culpa; su culpa.

Hoy en día sabes que, al verla a la distancia la intimidad no está. Sabes que un día fueron uno solo. El amor que existió murió, desapareció.
Hoy amigo, la ves; te duele pero no la extrañas. ¿Acaso no lo has visto ya?
Al tener la intimidad un sentido de pertinencia creaste, tuviste y se escapó
Hoy en día la sangre te correo porque sabes que algo que es tuyo, vuela por las calles, regala miradas y no le importas más.

Hoy amigo mío, sabes que en el devenir de tu vida el dolor será inherente. El dolor será tu alimento.
Hoy amigo mío, sabes qué; la pertenencia no es tener. Hoy sabes que la pertenencia es haber tenido y perdido, algo que es tuyo de alguien más será. La intimidad, dolor y pertenencia por siempre juntos estarán.

viernes, 24 de junio de 2011

Una vez más

Simplemente el humano que ataca sin afán de protegerse. Simplemente el humano es el animal más despiadado. Simplemente en el humano no se debe confiar.

Al final y una vez más todo eso vuelve a pasar.
Una vez más y al final, no se debe acceder.
No se debe intentar conocer lo que el prejuicio dicta.


El afán de querer encontrar algo más que la verdad.
La necesidad de llegar a ver algo más puro que la claridad.
La necedad de quererse enrollar con la humanidad.
Hace que toda la mugre y el odio salgan de su guarida.

Una vez más recuerdo que, soy humano.
Y al serlo siento necesidad de ser un poco gregario
¡Tremenda estupidez!

A la larga, se sabe que todo lo malo sale a flor de piel.
Una vez más el estado humano te hace sucumbir.
Tal vez en un inicio los erizos podrían tener razón.

Probablemente es mejor morir de frio; que de dolor y estupidez.

martes, 21 de junio de 2011

Indecisión

Que si estoy, no se tu lugar; no sé a qué vas a otros brazos.
Que si no lo estoy, lo paso mal; Alprazolam se llega a necesitar.
Es entonces veo tus ojos y me voy, veo tus ojos y no sé quién soy.
No llego a verlos y extraño el hecho de no extrañarlos.

Tu sonrisa me dice, “Embrujado estas, no me puedes dejar.”
Debo ser fuerte, no debo ser indeciso.
Contigo el dolor seria extenso y profundo.
Tus mentiras nos enfrascaron en un salón de incomodidad.

Hoy debo decir, me siento indeciso; quiero besar tus labios.
Que nadie más mire tus ojos de forma eterna y profunda.
No quiero que tu aroma de alguien más pueda alcanzar.
Lo que aquí se encuentra de otro lado no lo debes de buscar.

Hoy me siento seguro de mi indecisión.
Sé que estoy inseguro y por ello toma la decisión con seguridad.
Por no lastimarte, por no arriesgarme me alejo de ti.
No ver tus ojos evitará mi locura y ceguera.

Para no sufrir, para no enloquecer mis celos deben estar lejos de ti.
Hoy me siento seguro de mi inseguridad
Hoy seguramente tomare una decisión.

domingo, 19 de junio de 2011

Erizo

Mientras más leo y leo, me siento un erizo. Mientras más lo pienso, más lejos deseo estar. Un resultado de Erizo, morir de frío.

Susurro

Abrí los ojos, no era siquiera hora de despertar. El cielo a esa hora aún ni existía. La frente dolía de forma imperiosa, un sabor a opio dominaba mi paladar.
El silencio azaroso se hizo presente.

“No te debes occidentalizar en un sentido marital. El amor como lo crees concebir desaparecerá. No tienes la menor idea del daño que puedes a un ser humano hacer sentir. Tu primogénito, tu sangre; a la que hoy en día se exalta como alegoría, sufrirá a costa de tus errores. A costa de tu cobardía sin resolver. Avisado estas ya, la mocedad con dolor inicia y así merma la ilusión por la compañía. Antes las puertas de una segunda escapada estás. ¿Te crees capaz de conseguirlo? ¿La cobardía mortal se apoderó de ti ya? ¿Qué esperas entonces para actuar? ¿Qué esperas para encontrarnos en el camino? Tu decisión es entonces, ya sabes lo que es el dolor. La soledad es mucho más vigorosa. De ti depende elegir tu humor, la intoxicación puedes curar y un sentido de enfermedad poder ignorar.”

El ruido regreso en el silencio. Mi cabeza se vio nublada una vez más. El cansancio hizo su efecto, los ojos volví a cerrar. Esa idea en mi moraba ya.

sábado, 18 de junio de 2011

Miedo

Queriendo prostituir el día de mi Santa se me hace una proposición. La respuesta fue no, el miedo impera en mi ser; no quiero que se detenga el tiempo ese día, una vez más.

Siento que hoy no me encuentro listo, aunque mis fantasmas y yo sabemos muy bien, que eso nunca llegará a pasar.

Mis fantasmas me dicen que el miedo es mi piel. “¿Te imaginas lo que ella pensará?” Me dijo el primer fantasma.
“Eso, si es que ella piensa. Aquí los tres sabemos que la apariencia es algo en ella fundamental. Que las cosas banales son menester en su dieta; no vale la pena” Pensó el segundo, admitía eso como una necesidad fisiológica en su ser.

Destruiría mi cabeza, almacenaría problemas. Entonces, ¿qué?

“Entonces, ¿Qué se puede hacer?” Les pregunte un poco impaciente, molesto y con un leve sentimiento a enfermedad.

“Una cosa se puede analizar, la oscuridad es únicamente ausencia de luz. Si ella no se ve, no existe más que solo en tu cabeza. No la veas y serás feliz. Miedo nunca llegarás a sentir.” Contestó el segundo fantasma, probablemente el más inteligente y el que más poseía mi cabeza, alma y cuerpo ya.

El primer fantasma vio como otra guerra más por mi voluntad perdía.

miércoles, 15 de junio de 2011

Al Final

Capaz de tocar lo más profundo.
Capaz de expresar el dolor.
Una tristeza que es añeja.

Al final te diste cuenta que de cartón piedra, no soy.
Al final supiste una realidad confusa.
Lo incomprensible de mi, hace la vida tenue.
Me gusta saber estar rodeado de tragedia.
La imposibilidad me hace levantar la cabeza.

Al final esas lágrimas caen.
Al final mi pecho se estremece.
Supiste su procedencia.

Una mujer que sin sombra te siguió.
Me sigue en mi cabeza.
La sigo con mi alma y mi certeza.
Te diste cuenta, tarde lo supiste.


Al final supiste que mis lágrimas no caen por ti.

Promesa

Las más difíciles de cumplir, son aquellas que a la propia alma se hacen.
Divinos pensamientos que invocan a la fuerza de la voluntad.
Diciembre es el mes clarificador de la cabeza y objetivos.

Una promesa en el me hice; no beber de labios mortales.
No saber de mujeres que desean apoderarse de mis secretos.
No lo permite, no lo permito ni lo pretendo dejar hacer.

En ese trayecto, el dolor es imposible de esquivar.
Ajeno o propio, el mismo llega y golpea.
Es el asunto entonces de las promesas.

Las promesas están para cumplirse, sobre todo al alma.
Mi promesa hoy no se rompe, no termina aquí.
Hoy puedo decir que una promesa dolor genera.

Me siento feliz de mi convicción estúpida.
Me siento que soy fiel a mi estupidez, preciosa por cierto.
Me quita el aliento, el aire y me da al mismo tiempo vida.

Hoy me soy fiel a mis palabras, no a ti.
No puedo darte mis secretos, una promesa me he hecho.

lunes, 13 de junio de 2011

Un nuevo año

Inicio de algo diferente, algo de realidad con ficción. Un nuevo inicio, un nuevo año.

“Aquí están sus resultados” le dijo la enfermera a Ignacio. A sus 27 años era apenas la primera vez que se hacía un chequeo médico. O al menos eso recordaba.
–Antes de irse pase a mi despacho- le dijo el Dr. Casanova. El asunto que el doctor le quería mencionar era que, de manera extraña en su cuerpo no existían rastros de elementos químicos como la Serotonina, conocidos por su influencia en la felicidad del ser humano.
Al salir de la clínica, Ignacio no sabía que pensar, no sabía que sentir. Según se le indicó existía un incremento en ciertos químicos en su cuerpo más aun así otros, no había rasgos.

Al entrar a su apartamento recordó, “Es hoy 2 de Mayo, una vez más hoy se cumple un año de haber conocido a la Mujer de Ojos Imposibles. Y me veo en el espejo, me duele y sé que no soy el hombre que ella merece. No valgo lo suficiente para buscarla.” Ignacio tenía 13 años soñando con una mujer que, nunca besó, nunca tuvo y lo peor; que la había visto no más de una vez cada año (si tenía suerte). Simplemente para Ignacio, era la razón de levantarse cada día y tener la osadía de ver hacia el espejo para ver, si por fin era el hombre que pudiese el mismo –en nombre de ella- aceptar.

Se recordó entonces, los resultados no habían cambiado. El doctor no pudo explicarle lo siguiente; exceso de testosterona y estrógeno, traducción que el deseo sexual era algo que no solo se daba en las mañanas. A pesar que, Ignacio era un tipo que tenía casi cinco años sin invitar a una dama a su cama. Extraño y mucho más, pensó. Siguió leyendo dopamina, serotonina y norepinefrina. Estas últimas substancias que el cuerpo humano segrega se encargan de mantener la felicidad en niveles bajos, altos o bien, nulos. Lo raro es que Ignacio se sentía feliz, feliz porque el recuerdo de la Mujer de Ojos Imposibles permanecía. No tenía trabajo (vivía de una vieja herencia), no tenia amoríos, vivía en extrema soledad salvo su gato, Lucas.
Siempre consideraba que era una especie de bastardo en su tiempo, no tenía amigos ni persona con la que en realidad mantuviese una estrecha relación. Ni quería, ni necesitaba, era feliz en su tragedia y el recuerdo de una mujer; que aspiraba a verla una vez al año. Una tragedia perfecta, un modo de vivir que Ignacio sabía lo hacía feliz. Algo que su doctor, no supo explicar.
“¿Y acaso esto evitará que siga con mi rutina?” se dijo acostado en su cama, mientras Lucas pedía incesantemente un poco de comida, el maullido más las ganas de un buen anís acompañado de un cigarro lo hizo levantarse. Para su infortunio, anís no había más. Pronto recordó que en un lugar en la zona más adinerada de la ciudad había un lugar nuevo, “Delicias Catalanas”. Refunfuñando y con ganas de un poco de aire se dispuso a salir por su anís. El atuendo el mismo, cabello bien recortado, botas vaqueras, camisa dentro del pantalón; algo que según su memoria le indicaba su padre le solía decir, “La única forma como un hombre se puede vestir.”
El lugar era perfecto, pensó. Claro salvo los mortales superficiales que lo rodeaban en un lugar que solían ir porque estaba de “moda” y era lo más elegante consumir cocina de la “Madre Patria”. –qué pena, para ser idiotas el humano acude en manada.- Dijo mientras sentía como la garganta sentía el fuerte sabor de el licor añejado.
A lo lejos divisó una figura conocida, el tiempo se detuvo. No sabía qué sentir, qué pensar, la Mujer de Ojos Imposibles estaba ahí con un tipo que era la viva estampa de lo que se le conoce alienación, ellos bebían anís. ¡Su anís! No lo toleró, se levantó; quiso salir por la puerta de atrás. Bebió de un sorbo el resto de su anís, dio un último jalón al cigarro y se puso en marcha. Lo delicado era pasar cerca de su mesa, por detrás de la Mujer de Ojos Imposibles, sin siquiera tener el valor de saludarla, hubiese sido devastador.
Al dirigirse hacia la puerta trasera sentía como perdía una batalla (¿o la guerra?); cuando de pronto sintió que algo o alguien lo sacudió hacia el baño. El golpe fue seco, apenas pudo ver cuando era arrastrado hacia un vehículo. Pasaron horas manejando y en ningún momento Ignacio se sintió inmutado, siempre esperaba con ansias la muerte, le parecía simplemente algo natural y para Ignacio que mejor que morir en un 2 de Mayo.

Fue bajado del vehículo aun en movimiento, el golpe fue aun más pasional que el primero. Lleno de polvo, bajo la lluvia de estrellas en esa montaña oscura cuando de repente algo vino a su cabeza. Conocía ese lugar, había pasado ahí antes. Se encontraba en el municipio de Mataquescuintla, justamente la montaña Miramundo. Sintió cómo un hombre alto y espigado se acercó a él a zancadas descomunales, pero sin ir a prisa. Lo tocó por el hombro y todo cambió. De repente la montaña se encontraba a sus pies. ¡Volaba, levitaba! Sueño húmedo de todo infante. Cuatro personas de la misma manera levitaban frente a él, no daba crédito.
“¿Qué sucede? ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hago aquí?”. Los gritos eran vanos, por lo menos estaba a quinientos metros encima de la tierra.
El hombre más delgado habló, “Ignacio o mejor dicho Dionisio, hijo. Hace 350 años fuiste depositado en este mundo. Hace más de dos mil años, nuestra especie le fue encomendada el cuidado de este planeta. No por sus recursos ni por sus habitantes. Es nuestra misión entender y si se puede, poner en práctica algo llamado amor. En tu camino un ser humano, fue colocado. Tu apreciación por este ser es máxima, que miedo te da concretar un encuentro ascético, conocer a ese ser y así descubrir qué es el amor. Debo decirte, que debes seguir tu misión con un poco de ayuda, no te recordarás de mí; pero al tiempo espero que por tu bondad consigas explicar, dejando a un lado la química; ¿Por qué los humanos experimentan amor? Se uno de ellos y a una de ellos amarla debes, ser uno con ella. Hoy no te explicare todo, solo te digo lo siguiente Emakume bat behar du maitasuna. Zure egingo du entregatu behar, galtzeko beldurra duzu. Berarekin joan, orain beldurra duzu, ez da bizi.”
Al tiempo que escuchó esas palabras conocidas, cayó hacia el suelo. Antes de caer se dijo “Ese idioma lo conozco, es Euskera.” El golpe fue rotundo, al caer no comprendió donde estaba, ni por que caía del cielo, ni qué era ese lugar. Dormido quedó. A la mañana siguiente, el sol azotó su rostro, vio hacia ambos lados y pensó; “Hoy es 3 de Mayo, un nuevo año. Este es mi año. Debo buscar a la Mujer de Ojos Imposibles; ese imbécil no puede estar con el amor de mi vida. Mujer de Ojos Imposibles, grito y prometo al cielo que miedo no te tengo, te amo y te voy a conquistar.”
Horas después entro al apartamento, intrépido vio hacia el espejo. Una sonrisa en su rostro lleno de tierra se dibujó; ese hombre había llegado ya.

domingo, 12 de junio de 2011

Año

Siempre al salir de mi cuarto, hablo con mi cabeza. Esas charlas van marcando la mejoría o bien, la destrucción.


Iniciamos con el nuevo recuerdo de lo viejo.
Esperanzado me siento. Este será.
Pienso contar los días que sufro, he ahí primer error.
No me acuerdo, que a ella le sigue sin importar.

“No te había visto, no eres ni de lejos El.”

Existe un rayo de luz, un momento importante.
La mentira me la doy en cuchara, me la he creído.
No hace falta el diván. Yo solo me puedo salvar.
Ahora que lo pienso, son semanas sin el espejo mirar.

“Pero, ¿quien dijo que mi olvido hará que, a ella le importe?”

Estas conversaciones mentales me sacan de mi lucidez.
Este calor no me permite pensar. De repente.
Llega lo que no quería que llegara.
El recuerdo por medios oníricos. ¡Fantástico!

“Ahora si aparece ese maldito espejo”

Una vez más necesito Alprazolam.
En un buen mes los sueños se vuelven recurrentes.
El sentido el mismo, encuentro y desencuentro.
Dolor al amanecer ni mi cabeza quiero ver.

“Quiero que este año termine ya….mi semana de cuatro días ya está aquí. Paremos un momento entre tanta tormenta, entre tanto sueño. Necesito detenerme.
El cambio es inminente. Perplejo dice Ignacio que puedo quedar.
Mientras que cada día entre mi rutina me empiezo a creer que puedo mejorar. Detengámonos un momento. Eso sí; a ella le sigue sin importar.”

Palabras Silenciosas

Escucha atento mujer. Esto a nadie se lo puedes decir. Debes por una vez en tu vida, callar la boca y atender las palabras que a tus inútiles oídos llegan. ¿Puedes hacerlo?

Entonces bien, lo siguiente te lo voy a susurrar. No quiero que el viento ose en llevarse mis palabras para que de esto una historia se pueda contar. ¿De acuerdo?

Debes saber lo siguiente; debes saber que un día me pudiste cautivar. Aplaudo tu esfuerzo, reconozco tu encanto. Además que; tus labios tienen un veneno que hipnotiza. La historia me ha hecho fuerte; no fue del todo tu encanto. No fue suficiente ese encanto que emanas hacia los hombres. No tienes todo lo que se necesita. ¿Comprendes?

Tus manos eran seductoras. En tu cintura me supe desencontrar, supiste con tus caderas llegar me a convencer que lo impensable se podría dar. Al final, pude con un poco de esfuerzo volver a mi naturalidad. Tienes esas cosas que pueden a un hombre la cabeza hacer perder, pero en nuestro trayecto nunca tuyo me reconocí. ¿Lo escuchaste bien?

Pero mujer, no te desanimes. Te sabes cómo eres, ni tu puedes creer tus palabras. Tú sabes quién eres y a cuantos quieres. Pero te digo lo siguiente; no debes decirle esto a nadie. Antes de irme, tu boca quiero.

Debes saber una cosa, que te la reconozco estando solos. Que cuando te veo sin realidad me puedes encantar. Nunca debes decir mujer; pero debes saber qué; si hubo un día que mis pies a casa no supieron regresar. Pegado a ti, viendo tus ojos, susurrando peligrosa mujer; que existió un día en que la victoria tuviste.

Si hubo un día en que tus besos llegue a extrañar.

Momentos de Olvido

Por alguna razón, no importa.
Por alguna otra, me doy cuenta.
La displicencia se hace humana.
Aísla y más ganas dan de aislar.

Aun parece tener una esperanza.
Esperanza que no radica en la sangre.
Es donde menos está.
La esperanza únicamente daño nos hace.

Al final, todo es sufrimiento.
Viniendo de todas partes.
Todo es decepción.
No debe de importarnos más.

Los momentos de Olvido no daré yo. Soy mucho más grande. Más honorable para dejar caer a alguien en ello. No soy vicioso ni estoy encadenado. Los minutos de Olvido nunca daré. Mayor insulto al ser humano no puede existir, no importas tanto; solo importas cuando no hay nada más. En realidad ; de verdad que, no importas tanto.

Familia

De lo cualitativo a lo cuantitativo.
No se aprovecha el tiempo.
Se quieren aprovechar de Él.

La sangre nada te da.
La sangre nada te deja.
Calumnia dan.
Carroñeros son.

Buscan como algo ganar.
De sus ancestros se enorgullecen.
No conocen el honor.

Mañana se van, que bueno que se van.
Solamente lo cuantitativo importa.
Si no hay valores, no hay amores.
No saben apreciar, no saben respetar.

viernes, 10 de junio de 2011

Mes

Primera semana, emocionado.
Digo que ya no importará
Segunda semana, perturbado.
A ella le sigue sin importar.

Los días transcurren, ese espejo me va a matar.

Tercera semana, el cansancio me derrota.
Parece que me vuelve a importar.
Cuarta semana, el anhelo me despierta.
He caído una vez más.

¡Ese desgraciado espejo no deja de verme!

Me hundo y no puedo respirar.
Me agrada vivir sin el aire.
El aire que no le importa.
Los días se pasan y llega el día de pago.

A ella le sigue sin importar.

Musas

A modo de inspiración no existen.
No se encuentran en un mundo terrenal
La prepotencia mortal las hace inexistentes.
La inferioridad fue hace siglos asumida.

Hijas de Zeus sin la propia divinidad.
No hacen lo posible por inspirar.
Mucho menos por existir.
Es por ello que atención no se les puede dar.

Las Musas, Ninfas en mi cabeza están
En el mundo terrenal de paseo vienen
De paseo se van
No conocen los valores ni el honor.

Es por ello que mis Musas, en mi cabeza están
Son solo una idea que alegría me da.
Las otras para la necesidad se encuentran.
Que bella es la tragedia de su inexistencia.

Esas Musas no vienen, ni vendrán.
Esas Musas solo en mi cabeza vienen.
Esas Musas de mi cabeza nunca se van.

Sin dejarla ir

Estarás por siempre sin la presencia física.
Sin que la materia haga su aparición.
Jamás podrás irte de aquí. Jamás dejare que te vayas.
No puedo estar sin ti. Esa idea me hace despertar.
Esa idea me hace querer mejor.

Aunque jamás se llegue a concretar me gusta tenerte conmigo.

La nostalgia me invade como día de noviembre.
Solo sé que nunca te irás.
Solo se que nunca te dejare ir.
Es por ello que te di me quiero aprovechar.

Es por ello que por lo que fuiste, por lo que eres y por lo que serás escribo de ti.

Es por ello que nunca me alejare de ti
Mi hermosa idea.
Eres la única ballena en mi extenso mar.
Es por ello que nunca te dejare ir.

jueves, 9 de junio de 2011

Mayo

Aunque tarde parezca, los ojos para darle la importancia no lo ven.

Inició como se fue Abril. Intempestivo e imprudente.
Sin lluvia, querida madre y hermana de la vida.
Así como intempestivo, más idóneo no pudo ser.
Un cambio fulgurante en su clima, en mi humor.

Una ración de felicidad, un poco de enojo. Pasión para mí.
Se fue lo sucio, llego mi soledad.
La carne no pudo ser más falsa e inoperante.
La felicidad se quedó.

Mayo fue cambiante, Mayo fue contundente.
Mayo me recordó el Ideal, me hizo ver la Materia.
Me hizo Mayo crecer. Mayo me dio lluvia.
Mayo marcó la lejanía de la infección.

Mayo trajo consigo y siempre así será; felicidad.
Mayo se fue para llevarse otro aniversario.
Otra dependencia de mi patria.
Una exaltación por Mayo que me hace vivir y me quiere matar.

Mayo vive en mi, feliz día de mi patria.
Otro año miserable para mí.

Cabeza

Sin estar fresco muy difícil.
Con el sol casi imposible.
Escribir con cansancio demasiado.
La noche no soporta ese humor.

Las estrellas en los hombros caen.
La espalda hace honor al mismísimo Atlas.
El frio no congela las ideas; logran escapar.
El cansancio también me da felicidad.

Buscando la felicidad lo encuentro.
Mi cabeza no está fresca.
Mi ser esta feliz.
Nix se apodera de mí.

Esta noche mi cabeza no da más.
No se siente fresca.
Solo quiere descansar.
Mi cabeza no quisiera estar.

miércoles, 8 de junio de 2011

Prueba

Aunque la apariencia cambie la intensidad y la luz no llega a ser tenue aquí. Aunque el mundo siga girando, el tiempo maltratando a los humanos; eso no cambia nada.


Debemos saber si esto es cierto.
Necesidad de comprender lo incomprensible.
Tendiéndole una trampa a la cabeza, pensar que ya no existe.

El pozo presenta una misma humedad.
Probablemente todo este en mi cabeza.
El no querer escapar, el siempre estar preso en mi libertad.
Hoy tengo una prueba. Una prueba que me quiere tentar.
Te veo como siempre has sido o era una inmensa realidad falaz.

No cambias, eres tú misma quien feliz quiere ser.
Tu esencia eres tú, mi cabeza es la misma.
Quiero ser preso de mi libertad.

martes, 7 de junio de 2011

Día

Abro los ojos y vuelve a empezar.
No mi nombre no es Ignacio.
Pero al igual que sus versos en tres días pueden fallar.
Le he vuelto a hablar y a ella le sigue sin importar.

Me he parado, el espejo insiste en darme malas noticias.
No puedo creer que, al volver abrir los ojos sigo sin ser “El”.

La tonada que viene en tromba me recuerda el pesar cotidiano.
La tragedia me agrada, me abraza pero la madrugada me maltrata.

Al día de hoy, sigo sin ser “El”.
Le pienso en hablar. ¿Por qué? ¿Algo va a cambiar?
A ella le sigue sin importar.

El día caminó, una vez más; he vuelto a fallar.
Cierro mis ojos. Mañana no lo seré más.
Abro mis ojos y si.
A ella le sigue sin importar.

Ser tu dueño

En mi cabeza, atrapada tu estas. Sin saberlo la atracción inició desde el momento en que te vi por primera vez. No es una falsedad, me siento de una personalidad cándida el día de hoy.

En un sentido que me dolió. Vi tu libertad, no lo pude soportar. No estás conmigo, no puedo estar contigo, no quiero estarlo.

Esa libertad que me lastima, aunque todos los días me repito una y mil veces que; tu dueño soy yo.

Tus ojos sin existir me corresponden. Tus manos tersas color de miel en mis sueños se encuentran. Tu boca infinita de besos otro camino que mi boca no puede conocer.

Soy tu dueño, me creo tu dueño al día de hoy. Tu libertad me lastima; aunque la oda exclamada hacia la eternidad se permita. No quiere decir que se legitime.

El día al ser tu dueño tu libertad me lastima.

Me lastima más así feliz te quiero ver; es por ello que te dejo ser, libre eres pues mujer.

¡Ditirambos de amor por ti!

domingo, 5 de junio de 2011

Reminiscencia

Impresionante.
¡Fritz me da ideas; que grandeza!
Por medio de una carta que exclama la verdad hacia Salomé – una idea que me da surge de una verdad hacia Salomé, que curioso- donde le hace mención de trato con reminiscencias de ciertos valores; como si alguna vez los haya tenido ese animal inescrupuloso.
El problema no es determinar la escala de valores inexistentes para jactarse y a la vez llorar por la inexistencia de ellos en Salomé.
El problema es determinar quién es el Avatar de Andreas Salomé; por una parte parece ser un animal tan bello que fulmina a todo aquel poseedor de intelecto y por otra parte puede ser aquella que momentáneamente creo atención y eternamente crea odio.

Queda por determinar; quien merece tan tremendo deshonor. Espero no sea la permanente belleza digna del Avatar de Afrodita.
Lo curioso es que al día de hoy, puedo decir; estar completamente equivocado.

Miradas lentas

Como un golpe en la siente, como recién levantado; como recién se aprende a caminar, es la sensación que puede percibir el alma al sentir presencia –sin importar de que naturaleza sea- tuya en un radio no muy lejano.

Los sentidos llegan a paralizarse, podría decirse; pero se puede decir también que, los sentidos ultiman su rendimiento, llegan a su plenitud enfocándose en una sola silueta.
No va más; aquí es el fin del mundo. Fin, porque no me acuerdo de él; simplemente no existe para mí. El corazón se estremece (sí aquella vieja amiga sensación).

¿Podrá ser? Todos los encuentros son así. Se siente algo diferente, algo limpio puro e impío. Es tan real, tan bizarro; tan extraño que no se sabe descifrar.
Son esas cosas que no se pueden explicar, la ventana abierta está abierta. No son imposibles puesto que; existen. No son imposibles; porque los abrazo. Existen y siento que son míos.

La Pasión de la Voluntad

Más que poder; debería tratarse de la pasión que se le quiere imprimir a la voluntad.
Sea cual sea la acción deberá estar regida por la pasión que se le quiere proporcionar.
Depende de la pasión toda actividad; a raíz de ella serán así los resultados de la misión a la que se encomiende al alma.

Aunque todo ello siempre y traemos a Fritz para decir que; sin la Materia necesaria del Ideal, todo es vano.

sábado, 4 de junio de 2011

No entiende mi cabeza

La cabeza humana no tiene límites. Todo lo puede y lo que no, lo crea. Fascinante aseveración que se comprende en medida que se superan objetivos trazados.

La cabeza humana todo lo puede, todo lo hace.
El comprender tu estancia en ella, indescifrable.
Casi una década teniéndote dentro de mí, sin querer salir sin querer entrar.

Parece ser que nunca te irás.
Pareciera que nunca vendrás.
El estado onírico hace presente los símbolos y sus significados.

Es algo más, que no se puede comprender.
No puedo avanzar, no se me permite hacerlo.

Probablemente es error querer comprender.
A lo mejor es algo que la cabeza no llega a conocer.
A lo mejor, nunca ha estado aquí.

Pueda ser que, con la cabeza no se debe de ver.
Es con algo más.
Probablemente, esto sí es amor.

viernes, 3 de junio de 2011

Otra dimensión

Una temporalidad a toda otra situación onírica hasta los primeros catorce años. Fantástica realidad inexistente que sucede al cerrar los ojos. Colores que han sido vistos en todo el día surgen y se presentan a la cabeza.

Pero, momento. Hay un momento dentro de esa situación, diferente a todos los demás momentos, tiempos y situaciones oníricas.

Lo más real de la etapa del sueño, la vivencia de otra dimensión es con el Ideal; a ti me refiero mujer de ojos imposibles. Solo tú eres capaz de verdad de transportarme a lugares sin existir donde sí, de verdad; primero te veo y luego existo.

Lo diferente de todo; es algo inalienable en la realidad. Algo que debo comprobar únicamente a tu lado. El deseo, la carne no existen. Solo tu esencia es importante, nada importa más. Tu mano, tus ojos son el centro de esa tierra. De mi tierra eres tú el centro eterno.

Simplemente, dentro del espacio onírico se puede soñar. Estando soñando me haces soñar con el beso que te deseo dar. Un beso que sin cesar lo tengo en mi mente, en mis sueños al verte eso deseo. Sin cesar yo te quiero besar, al soñar yo solo una vez te quiero besar.

Qué triste es no poderlo expresar. Qué bueno es que esto que siento hace que las palabras que escojo para regalarte tu apología no existen. Es porque te hago grande, magnifica e inmaculada, mi mujer de ojos imposibles.

Me haces soñar al soñar, al soñar yo solo tus labios quiero tocar.

miércoles, 1 de junio de 2011

Hoy hice a una mujer llorar

Sus lágrimas no logré descifrar. No supe comprender; hace años lo deje de hacer.
El tiempo me ha dicho que esas lágrimas no son de verdad.

Mi cabeza no encuentra razón en el llorar de un ser tan intempestivo hacia el honor.
En este día no supe cómo reaccionar. Las lágrimas no son de verdad.

Ante el dolor ajeno femenino a mi parecer infundado el ignorar es propio de ser.
Hoy vi a una mujer llorar. Fue mi culpa, hoy hice a una mujer llorar.

Mi culpa fue, por no quererla comprender. La enfermedad se trata no se comprende.
No quiero comprender enfermedad, no quieren comprender el honor.
Las tablas están dichas, el resultado es obvio. La moral no es parte de sí.

Hoy hice a una mujer llorar. No me importó. ¿Por qué me tiene que importar?

No mentí, no manipule. Fui yo. Únicamente yo, quien la verdad dijo.

Hoy hice a una mujer llorar, una mujer hice llorar. Las lágrimas cayeron.
Saber si las lágrimas fueron verdaderas o no, no compete a mí ser.

Hoy hice a una mujer llorar.