viernes, 27 de mayo de 2011

Estremecer

Agujero en el abdomen, olvido del tiempo y pérdida de la noción de la realidad.
El tamaño se hace algo incomprensible en ese momento.
Todo se detiene, la última mirada acuerda a la primera de su especie.
Cosquilleo en la espalda y brazo y el calor infernal más angelical nunca antes sentido por el pecho.

Jamás regresó, hace ya años que esa tan lejana sensación no aparece.
¿Por qué?
A lo mejor la química la destruyo en contubernio con la carne se encargaron de extinguirla.
No importa si no regresa, existe la sensación que se vivió lo más bello que puede existir.

Y con el simple hecho de haberla perdido para siempre; ya es ganancia.

No hay comentarios: