miércoles, 15 de junio de 2011

Promesa

Las más difíciles de cumplir, son aquellas que a la propia alma se hacen.
Divinos pensamientos que invocan a la fuerza de la voluntad.
Diciembre es el mes clarificador de la cabeza y objetivos.

Una promesa en el me hice; no beber de labios mortales.
No saber de mujeres que desean apoderarse de mis secretos.
No lo permite, no lo permito ni lo pretendo dejar hacer.

En ese trayecto, el dolor es imposible de esquivar.
Ajeno o propio, el mismo llega y golpea.
Es el asunto entonces de las promesas.

Las promesas están para cumplirse, sobre todo al alma.
Mi promesa hoy no se rompe, no termina aquí.
Hoy puedo decir que una promesa dolor genera.

Me siento feliz de mi convicción estúpida.
Me siento que soy fiel a mi estupidez, preciosa por cierto.
Me quita el aliento, el aire y me da al mismo tiempo vida.

Hoy me soy fiel a mis palabras, no a ti.
No puedo darte mis secretos, una promesa me he hecho.

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