lunes, 22 de diciembre de 2008

Un cambio trascendental

No es solamente histórica la crisis financiera que emergió en Estados Unidos para saltar al resto del mundo, por ser la más fuerte desde el “crack” de la bolsa en 1929, lo que supuso desestabilidad económica hasta entrado el año de 1934, si no también es histórica la victoria electoral del nuevo presidente electo de Estados Unidos Barack Hussein Obama Jr. Quien a sus 47 años y tras un corto periodo en el senado de esa nación (2005-2008) logro adjudicarse para sí la gran oficina presidencial.

Obama se presenta para el pueblo norteamericano urgido de reivindicaciones sociales y económicas como un nuevo camino, uno trascendental, imprescindible y básico, pues no solo supone la frescura de su juventud y el cambio radical de sus ideas comparadas a la luz con las de su predecesor, sino que también representa lo que será un nuevo enfoque de la economía capitalista norteamericana y global, después de que aquella no ha sido examinada durante al menos dos décadas. El partido demócrata, sus ideales primordiales y las bases que lo cimentan proclaman el cambio de las estrategias con este hábil político a la cabeza de lo que será y es ya hoy un navío muy distinto al que condujo George W. Bush, tan impopular para sus compatriotas como el propio Bin Laden. Los cambios y las agradables sorpresas en la política norteamericana no se hicieron esperar hasta el 20 de enero, día en el que el presidente electo hará oficial su gestión al tomar posesión de la alta oficina, pues Obama comienza a mostrar su perfil incluyente e integrador, además de resaltar que no representa una raza o sector específicos, pues el hecho de ser de ascendencia afroamericana no significa que su gobierno girara en torno a reformas sociales de corte radical para este grupo racial, Obama desvanece ese fantasma, pero si introduce uno, el de las coaliciones y la inclusión política respetando la etnicidad, es por ello que no solo es histórico ver al primer presidente electo para los Estados Unidos de raza negra, si no también que la Secretaría de Estado, oficina clave de la política exterior norteamericana será ocupada por Hilary Clinton, otrora rival del funcionario.
El gabinete en si presenta variantes que aceptan el cambio y abrazan una nueva forma de concebir el camino de los Estados Unidos, pues en él se desempeñaran a partir de enero tres latinos remarcables en sus campos y de reconocida honorabilidad, como son Hilda Solís en la Secretaría de Trabajo, Bill Richardson como Secretario de Comercio, y Ken Salazar como secretario de Interior, no es secreto tampoco que hay japonenses e incluso mas afroamericanos dentro de su aparato.

Hasta este momento el cambio ha sido sin duda trascendental, sin importar las pugnas y obstáculos de los sectores más conservadores y recalcitrantes de la derecha tradicional norteamericana, no obstante el paisaje latinoamericano y mundial debe cambiar también, fuera de las fronteras de los Estados Unidos Obama debe girar sin miramientos, lo que realmente marcaria su gestión hablando no ya de política interior, si no de la exterior seria los cambios que adopte en torno a las invasiones militares de este país en el mundo, las esperanzas se cifran en la pronta retirada de las tropas de Irak y Afganistán en al menos 18 meses después de asumir, pues lo único que se está perpetuando y fomentando es el odio hacia el país, de esta vital decisión dependen sin duda los futuros ataques terroristas a Estados Unidos. Lejos de proteger la “Seguridad Nacional” se está poniendo en peligro su subsistencia.

En el contexto de las relaciones internacionales de los años 60, fue impuesto un duro embargo económico a la isla rebelde de Cuba, que significo la instauración de un régimen de carácter socialista justo en el patio de los Estados Unidos y un peligroso ejemplo para su campo de influencia: el americano. El mundialmente reconocido derecho a la libre determinación de los pueblos (Declaración Universal de los Derechos Humanos 1948) reclama que cada pueblo es libre de determinar sus formas políticas, sociales y culturales, esta consigna que no se respeto ni se ha respetado jamás, hoy puede hacerlo, pues dicho embargo es ya obsoleto y no obedece al clima internacional actual, las guerra fría termino, los procesos de paz fueron culminados, y la izquierda es políticamente aceptada hoy como fuerza legitima y con poder electoral, es entonces derecho de Cuba y cualquier país determinarse sin importar si lo hace bien o mal, esto se llama soberanía y es algo que Estados Unidos no ha reconocido en mucho tiempo, a pesar de ser los ponentes oficiales por excelencia de la libertad y la democracia. Finalmente y ateniéndose al caso cubano, hay otra cuestión que parece encajar en el orden de los cambios, y es el cierre de la base de Guantánamo, prisión completamente ilegal por violar los derechos de defensa, y juez preexistente entre muchos otros. Allí se ha torturado a informantes y personas que muchas veces no han sido autores intelectuales o materiales de actos terroristas, es ineludible que si Estados Unidos defiende la ley y la libertad se deshaga de juzgados especiales, y prisiones arbitrarias en un país que nuevamente, no es el suyo.

Esperamos entonces que las relaciones con la incuestionable potencia mundial hoy aún en tiempos de crisis cambien, y que su visión para con nuestra América sea una de integración, no más de dominio, ni negocios particulares, pues ya de ello tuvimos dos siglos y vastas historias de opresión y miseria que lo demuestran. En hora buena presidente y adelante!

Armando Diéguez.

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