jueves, 25 de diciembre de 2008

Leer y escribir

¿Qué tan importante es la educación? Simple y sencillamente cardinal, sin ella el desarrollo integral de las personas se hace imposible, casi impensable, pues al carecer de una educación cuando menos básica la persona está condenada a las actividades menos remuneradas en la sociedad, es una realidad lamentable, es decir con un tanto de educación se cuenta tal vez con la única armadura y defensa con la que es posible elevar la condición y el nivel de vida.

La educación erradicaría hambre, pobreza, delincuencia, incluso insuficiencias sentimentales, por la satisfacción que producen los logros académicos consumados. Pero no hablemos de educación en toda su extensión, hablemos tan solo de leer y escribir, de dominar el abecedario de la A a la Z, es común ver hombres y mujeres adultos que no pueden suscribir un titulo o documento, que no leen incluso más que un niño de 7 u 8 años, ¿qué debe hacer el ciudadano para alfabetizarse, para lograr acceder a una condición más favorable? Ser instruido.

En Guatemala uno de los principales problemas que sumen al país en la miseria se debe al poco nivel de alfabetización que exhiben sus habitantes, génesis perfecta como se dijo de cientos de problemas que ven la luz gracias a ello. El gobierno de Álvaro Colom se ha propuesto como meta el de las reivindicaciones sociales, es su principal fuerte y donde aspira a obtener sus mayores éxitos, pues hemos visto como se protegen e impulsan programas de Cohesión Social que buscan mejorar las condiciones de los menos afortunados, y hemos visto también que el Ministerio con mayor presupuesto hasta hoy es el de educación, estas sin duda son medidas acertadas pero que aun deben exaltarse con mayor fuerza. Durante años el gobierno cubano ha ofrecido su asistencia en diferentes rubros de la actividad social, lo ha hecho en medicina, en alimentación, y en alfabetización, no por casualidad han mantenido por décadas un 98% de alfabetización.

Hoy Guatemala debería adoptar esos ejemplos, integrar esos programas a sus procedimientos de acción, y con ello suprimir el mal de la ignorancia, del analfabetismo, y del atraso. Guatemala debe integrar y sobre todo aprovechar las iniciativas latinoamericanas que buscan el bien de nuestros pueblos, he aquí una que no se refiere a comercio o políticas monetarias, he aquí una más rica, humana y beneficiadora para la población, sobre todo para el futuro, base y cimiento de esa población, que es la niñez, debemos darle a esas nuevas generaciones la posibilidad de siquiera leer y más aun de ser educados, de poder abrir un libro y descubrir el mundo con sus perfecciones y tragedias, y de ahí partir para forjar uno mejor, pero ello si y solo si se accede a derechos tan esenciales como leer y escribir.

Con éxito vemos que Bolivia ha logrado erradicar el analfabetismo en un 96% con el apoyo de Venezuela y Cuba convirtiéndose en el tercer país de Latinoamérica en alcanzar dicha meta, con una campaña que duro 33 meses en la que hombres y mujeres mayores de 15 años fueron capacitados a través de cátedras virtuales con el programa “Yo sí puedo”. Queda entonces la esperanza para Guatemala y la enseñanza ineludible de que no es imposible, de que los problemas se pueden eliminar y que no hay mal que dure cien años, esperemos que en ello se trabaje para formar una sociedad culta y letrada, que comience a creer en lo realizable como algo efectivo.


El Imparcial.

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