domingo, 7 de diciembre de 2008

La quema del diablo: Tradición, contaminación o peligro?

En este día frío de diciembre muchas personas, acostumbran a quemar sus
pertenencias como un símbolo de purificación o simplemente se disponen a

quemar su dinero empleando como herramienta los juegos pirotécnicos,
pero ¿de donde viene esta tradición?.¿Cual es su significado?.¿Que se consigue
al llevarla a cabo?


Muchas personas llegan a considerar este acto como la constante guerra entre
el bien y el mal, y quemando al diablo se considera que el mal ha sido erradicado
de nuestras vidas por lo menos por un año.

Dicha celebración es considerada como el punto de partida para las demás fiestas
tradicionales de la Natividad guatemalteca, los primeros fogarones fueron vistos
en el tan lejano año de 1776 los cuales alumbraban el paso de la procesión de
de la Virgen de Concepción.

Dejando a un lado la tradición, en la cual se estima que llegan a ser aproximadamente
500 mil fogatas encendidas tan solo en la ciudad capital, esto quiere decir que en esa
hora donde se queman infinidad de materiales la ciudad recibe una nube enorme de
humo que no llega ni siquiera a ser gratis a la población, puesto que esa nube es producto
de
"inversión", por parte de muchas personas que se gastan cientos de Quetzales para
poder "ver un bonito fuego".

Lo más triste de esta tradición es que muchos padres de familia, permiten que sus
hijos participen sin tener un control sobre ellos, o medidas de precaución para
poder evitar catástrofes.

Lo que esta tradición llega a demostrar en dos de nuestras ciudades mas importantes
(Antigua Guatemala, Ciudad Capital), es el atraso por parte de muchas personas que
lo que quieren ver es simplemente como se consumen los distintos materiales en las
llames ardientes del fuego, pero lo que realmente se quema y destruye poco a poco
en dichas llamas es nuestro progreso, nuestra salud, y con ellas alimentamos tradiciones
las cuales se transmiten de generación en generación que demuestran las falencias
de la forma de pensar de nuestro pueblo.

Si bien comenzó como una forma de tributo hacia la Virgen de Concepción, a lo único
que se le llega hacer tributo es a la ignorancia y al subdesarrollo del clásico
chapín el cual se niega a salir adelante y a tomar nuevas ideas para que un día
lleguemos a vivir en un país con armonía y así realizar una marcha en conjunto hacia el progreso.


Joaquín Sagastume

1 comentario:

Luis Carlos dijo...

q Polemico!
hahaha
Habr q sale di Issto. :D