El día de ayer, domingo 21 de diciembre, el Presidente Álvaro Colom ofreció una rueda de prensa donde anunció la destitución de altos funcionarios dentro del Ejército de Guatemala, entre ellos el Ministro de la Defensa, Marco Tulio García.
Según dijo el Presidente, la razón para la destitución se debe a que uno de los objetivos es fortalecer la institucionalidad y armonizar su relación interinstitucional con la institución armada, pero entonces da a entender rotundamente que mantenía ciertas diferencias con la gestión de García. Incluso existen versiones las cuales señalan, al ex-ministro y a sus allegados como responsables de acciones las cuales buscaban desprestigiar a la Policía Nacional Civil, para así justificar la salida del Ejército a las calles, debido a la evidente ineptitud de la misma.
Lo que esto demuestre si esta hipótesis fuera cierta, es que el Ejército tiene intenciones de aumentar su número de efectivos como también el presupuesto, en otro caso puede que la destitución de estos funcionarios se deba también algún rumor sobre si se planeara un golpe de Estado. A pesar de que muchas personas consideran que el Ejercito Nacional no se encuentra en condiciones como para poder llevarlo a cabo, el Ejército tiene la suficiente capacidad humana y logística como para poder llevar a cabo un plan como este. Los acuerdos de paz, próximos a cumplir otro año, no le hicieron mayor daño a una institución que si se lo llegase a proponer podría dominar este país a su placer y antojo. Puede, puede que esta destitución se deba a la siempre y tan sonado corrupción dentro de la institución armada, si este fuera el caso, la decisión de nuestro actual mandatario fue más que acertada. Lo que es cierto, para quienes creen que el poder del Ejercito a decaído mucho, es que todos los gobiernos siempre tratan de estar en plena armonía con dicha institución porque en el momento que a los altos mandos se les ocurra botar a la imagen que conocemos como “Presidente”, no les temblaría la mano, y sería un golpe más que certero. Lo cierto de esto, es que realmente no sabemos cuál ha sido la razón de dicha destitución, ¿eliminar corrupción, o eliminar grupos que estaban tomando poder?
Joaquín Sagastume
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