domingo, 11 de enero de 2009

Hablando Claro

El socialismo que proyectaba el filósofo y pensador alemán Karl Marx es una teoría política y económica abierta y constante expansión, puesta a disposición de cualquiera que pretenda extenderla y adecuarla a las condiciones que guían su entorno social. Es por ello que utilizamos la frase “es una teoría”, haciendo énfasis en la vigencia del método, ya que el fundador de esta, así lo estipulo, y es así como de ella emergieron fórmulas como el marxismo-leninismo, las teorías de la hegemonía de Gramsci, el socialismo y el hombre nuevo de Guevara entre otras tantas apreciaciones y contextualizaciones de los escritos de Marx.

Partiendo de esta idea es necesario conocer que el marxismo como receta política y de capital es mucho más que la trillada socialización de los medios de producción y su posterior conciliación a una comunidad productiva de agentes sociales en acción (comunismo), en donde la figura de un Estado como actualmente lo concibe el hombre desaparecería. El marxismo sin embargo, se ha consumido en formas incorrectas, pues como se dijo su utilización es libre, lo que hace que se le llame socialismo o marxismo, a formas que en realidad no lo son, porque no consiguen realizar sus principios básicos, condición ineludible a pesar de otorgar independencia al promotor del método en cada caso particular, y para identificarlas es necesario su adecuado conocimiento y estudio. Es justamente dentro de estos principios básicos en donde puede afirmarse que la típica descripción del marxismo queda desbasta, pues es una teoría que busca la formación de una sociedad nueva, limpia, basada en la justicia social, la igualdad de los derechos, el desarrollo integral de las personas, el derecho de acceder a la cultura, la educación, y el progreso, la desmilitarización, así como un radical y honesto rompimiento con la violencia como vía, pero es ante todo una dieta alta en ética, moral y valores cuyo desuso tienen al mundo parado de cabeza y hundido en el barro, si no léase un periódico, lo que no es precisamente una invitación al buen humor.

Consideremos antes de posibles replicas mentales del lector… dejando de lado el proletariado, los medios de producción y el insuperable capitalismo ¿Acaso no son los anteriores, los fines de una Democracia? Exactos y sin cortes, Constituciones, códigos, reglamentos y textos basados en el derecho republicano democrático moderno, establecen cada uno de estos principios como su fin común último y asequible, lo único que modifica el discurso actual es un gobierno, órganos supremos, ejércitos, policía, burocracia, etc. Cuestiones que el marxismo no desea ni busca.

Claro que hay como se dijo ejemplos de marxismo distorsionado y utilizado con fines individuales, que provocaron violencia y muerte ¿pero acaso no los hay en la supuesta democracia militarizada liberal? los casos son varios, piénsese, Videla, Trujillo, Somoza, Amin, Pinochet, Hitler, Franco, Mussolini, Papa Doc, todos ellos son una invitación fascinante para leer y ver lo atroz que puede ser quien mantiene los pies en la tierra y no es “idealista” , ni soñador, vaya si es refrescante.
Sin embargo hay también proyectos políticos que empezaron con un marxismo moderado, que fallaron y se perdieron en el camino, como lo fue Cuba, cuya revolución ni siquiera comenzó como una revolución marxista, y fue apoyada por diversos sectores, países, y personalidades, ella fue tomando el curso comunista por varios factores, destacando presiones sobre su economía de carácter interno, antes de chocar con USA, posterior choque con USA, traiciones y juegos políticos despreciables de la antigua URSS, quien manejo a la isla a su conveniencia y jugando dentro del contexto de maquinar una guerra fría insensible y brutal, provocando que el sistema fallara por traicionar los principios básicos del marxismo, entre los que están además de los mencionados anteriormente, rotar autoridades (elecciones), impulsar la libre expresión y el diálogo, y sobre todo la honestidad y el trabajo desinteresado, que algunos funcionarios observaron con éxito sin ser lamentablemente mayoría, el sueño romántico y alucinante de un régimen de igualdad y alta intelectualidad humana se esfumo en las postrimerías del siglo XX, en fin hay mucho por estudiar en ese sentido y nada es peor que un dictamen simplista e inaplicado, lo mejor es informarse, “Hay sólo un bien, el conocimiento, y un único mal, la ignorancia” (Sócrates).

Resta algo por decir acerca de Cuba, a modo de ilustración, hay un documento de análisis estratégico sobre temas concernientes a Latinoamérica en el siglo XXI, promovido por el National Strategy Information Center de USA y Conocimiento en Red de México, que incluye un capítulo titulado Seguridad democrática para las Américas: inteligencia requerida, que se refiere a Cuba, y plantea los tres posibles escenarios para el país en el futuro cercano: 1) Consolidación del sistema, 2) Transición hacia una democracia débil, 3) Degeneración hacia la inestabilidad y el caos. A grandes rasgos significa: 1) Alcanzar para Cuba los verdaderos objetivos de su revolución y sistema, ser un país democrático y más funcional sin abandonar su modelo (cuestión que como se ve es válida, posible, y aceptada por los expertos, incluso norteamericanos oohh!! es errante que siga siendo un tabú) 2) Cuba seria una segunda Centroamérica exceptuando a Costa Rica, con un Estado débil e ineficaz, manifestaciones de violencia etc. (en fin piénsese en Guatemala hoy) 3) en palabras simples caos, en la lucha por el poder de unos y otros grupos. De nada le sirve a Cuba evolucionar en una Democracia tipo centroamericano, que es un poco lo mismo que vive, expresado en otros términos, pero aventajándose a nosotros en algunos aspectos, no obstante lo que se quería demostrar es que un sistema socialista de correcto funcionamiento, planteado para nuestro tiempo, dando rienda a la libertad que otorgo Marx, ya que cada caso es diferente, es posible y puede consolidarse, pero hay que trabajarlo con personas dispuestas a ocuparse y hacerse de humanos distintos, superiores, mas humanos si se permite la redundancia.

Volviendo a la discusión, si el sistema es utópico, no lo sabemos, por qué? Porque todo lo que implica esfuerzo nos aburre, y lo tachamos de idealista e imposible, pero viéndolo desde este ángulo, todo es utópico, todo es un ideal, ¿Que es la Democracia, si no un sistema idealista? ¿En qué se diferencia del marxismo en este título? La separación de poderes, las elecciones democráticas, la soberanía popular, la democracia reside en el pueblo, que son si no ideales, ¿acaso se cumplen? ¿Acaso acceder al gobierno es sinónimo de poder para cambiar un país? No lo es, si gana las elecciones un candidato que clama la población como suyo, y no lleva las riendas al gusto de las altas esferas de la sociedad, entran entonces los eternos poderes, los que no cambian, los que no elegimos mediante el sufragio, y lo botan, eso es un golpe de Estado, esos poderes que llevan a cabo el trabajo cuando hay descontento en lo alto, son la policía, el ejercito, fuerzas especiales, estado mayor, inteligencia gubernamental y tantos otros que existen y cambian de nombre, pero son inmutables e inobservables, porque no se sabe quien trabaja en ellos, solo sabemos que son eternos y que suplen las funciones de salvadores de los otros indestructibles. Que es entonces el archienemigo del marxismo y cualquier tendencia de izquierda, progresista y pro mercado que las ha habido y las habrá, sino un sistema fallido, no más, cada quien vela por lo suyo y las bases que lo cimentan son letra muerta en una ley, bella prosa escrita para deleitar a un soñador o a varios embaucadores.

Todo lo que llamamos utópico, irrealizable, no lo es, lo sigue siendo porque no decimos nada mas que no sea eso, toda nuestra energía se enfoca en ver las cosas buenas como un imposible, abandonemos la discusión marxista, pensemos en algo simple como cambiar, en cumplir una ley, en trabajar con ánimo, deseo, en estudiar por satisfacción, no por ganar, no por pasar, no porque es lo que hay que hacer, todo es un ideal, por qué?, porque así lo queremos ver, ¿Quien dice que es un ideal?, ¿En donde esta que así tenga que ser, realizar algo bueno, que el hombre sea honorable y abandone la envidia y avaricia alguna vez? Si continuamos pensando que hacer algo bueno como ser justos, optimistas, no egoístas, ecuánimes, y equitativos, “no es apto para los seres humanos” el decir “Hoy me propongo cambiar…se que se puede cambiar…tengo una esperanza” (El Imparcial, 01.01.09) no vale, no sirve, no es posible, es idealista como todo lo que se proponga o acaso imagine hacer el bien, romper con el esquema, hacer algo diferente, nuestro imaginario esta tan plagado del NO que será difícil abandonarlo y cambiar el curso.

Un ejemplo de esta actitud ante el progreso es la típica elección de un candidato que nadie quiere, que no deseamos que sea electo, pero continuamos manteniendo nuestra atención hacia esa persona, leemos sobre él, le insultamos, marchamos en su contra, y finalmente esa energía potencial, le ayuda a conseguir la victoria, si estamos en contra de la violencia seamos propulsores de la paz, atendamos a reuniones pacifistas, en vez de hacer un mitin anti-violencia que la condene con más violencia como suele suceder, si lo piensa es más lógico y puede parecer lo mismo pero jamás lo es, la dirección que adquieren nuestra acción y energía tienen un significado muy diferente operando de esta manera.

Finalmente y para considerar, si de todos modos vivimos en medio de la violencia y a pesar de los intentos nada cambia, que cuesta actuar diferente, dejar de pensar que lo bueno es un ideal, no costaría nada al menos intentarlo y pensarlo, si de todos modos no cambiara, y pensando mal aun sucede, da lo mismo pensar bien, no le hace ninguna diferencia, no le quita nada, pero a cambio puede darle mucho, dejemos de concebir el mundo como algo que apesta y siempre estará mal, no nos resignemos porque esa medicina es la que agrava el mal, e implementa en las nuevas generaciones desde su concepción y posterior desarrollo la idea de que las cosas son así y no hay mas, asi que ingenuo, incrédulo, idealista: culpable!!!!

A.Diéguez

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