martes, 4 de enero de 2011

Sin Motivación

Necesidad de reconocer todo como un proceso detallado de pasos que llevan a la nada, destrucción y sobre todo al dolor. Como el nacimiento de un becerro; el inicio de un amor u la consecución de un logro terminan todo en dolor propio o bien; ajeno.
Es mejor entonces, esperar nada; aunque la actitud hacia la vida debe ser hacia el frente; buscando la mayor cantidad de elementos que den una placida estancia y por lo menos extender el transitorio momento de la felicidad.
Y para ello; tal vez es mejor hacer valer el dogma; donde llega a ser feliz aquel que menos necesita; que el que más tiene. Pasa por una cuestión de sentirse entero; completo.
La necesidad de alcanzar cada vez metas; esotéricas o bien materiales e incluso académicas otorga un constante sentimiento de infelicidad que tiene-si o si- erradicarse de las citadas metas.
Llega a pasar lo mismo con el amor; si no se tiene se añora. Y si se tiene; se sueña, se fantasea con uno mucho más satisfactorio.

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