jueves, 4 de noviembre de 2010

Sabor a Despedida

Un año; donde si bien la pasión no ha disminuido; aunque el contacto es cada vez menos tenue.
Cuánta razón hay en las palabras que el Genio de Úbeda pario; al decir que el olvido es gracias al descuido de la pasión. Cuánta razón Maestro.

Lamentablemente el recuerdo o la misma impresión no funcionan de forma homogénea y tan endógena en todos los seres llamados humanos. Se ha convertido demasiado duro de llevar consigo el veneno; saber cual es y no quererlo expulsar de la dinámica diaria.

Un final académico; da el inicio para un adiós, aunque bien; la mente tan astuta y ágil puede tipificar desde ya.
Primero, vuelve a reconocerse inferior y desea tomar un tiempo para no sentirse tan inferior; si es posible mas adelante encontrar el momento tan esperado del Sapo. Salir del pozo; abrazar el pozo.
El sabor de la despedida no lo da ella; lo da el Sapo que sabe que no tiene ni idea de que hacer; ni en realidad puede hacer algo más. Necesitamos que Fritz nuevamente haya escrito desde Sils-Maria. Yo también si no consigo alejarme; encontrar la piedra filosofal para convertir la porquería en oro; estoy perdido.

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