domingo, 28 de noviembre de 2010

Esclavitud

El atarse a un elemento; una cosa no responde a la calidad del objeto deseado. Responde solo y únicamente al ideal; a lo que se espera de ese ideal. La misma esclavitud también responde a la poca disposición; o mejor dicho a la displicencia de querer superar la idea de algo perfecto y espectacular.
Sin embargo; la verdad debe ser dicha. Dicha esclavitud que se da desde un ideal que me posee día a día; es mucho más profunda ella sola a todo aquel sentimiento; de mi persona hacia una fémina que pudiese estar cerca del amor. El ideal supera en toda regla y en cada espacio al amor por otra realidad un tanto manca.
Ni la realidad es capaz de aparecer de forma impertinente y por sobre todo en apariencia intempestiva. Carácter supremo de la esclavitud y del ideal. Hoy reconozco la maldición; que tiene un sabor tan dulce como la miel. Un calor tan cálido como el hielo. Hasta no hacer el ideal realidad; no existirá calma dentro del alma misma. Salud por el dulce ideal y la misma esclavitud que provoca.

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