viernes, 2 de julio de 2010

Individuo

Y es que nada está sujeto a todo. Es que esa maldita felicidad no depende de sí misma para ser plena y en efecto hacerte eso; feliz. Ni siquiera el Ser mismo puede crear esa indefinida eternidad para que la felicidad sea plena. ¿Por qué? Porque vive en donde ser ermitaño no es permitido, donde la individualidad no le corresponde a ser el, de sentirse el mismo.
La humanidad habla de individuo que nunca llega a ser si quiera individual. ¿Individual donde? ¿Cuándo? ¡¡Utopía, mentira!!!
Porque bien, eres adolescente; no tienes lo que te tendrían que haber comprado tus progenitores, porque los ojos que te tienen que ver -según tu sentir- no te ven, ni te desean ver, ni saben que eres lo que tiene que ser.
Porque de niño eres un saco que aspira todo lo que le pongan enfrente, porque te complacen tus caprichos, tus malformados caprichos. ¿Y cuando no los cumplen? Llegas a la hecatombe plena, dolor sincero por la inexistencia de la satisfacción de tu “necesidad”. Patético.
En adultez tu felicidad no puede ser plena si tus objetivos, si tus logros no son lo suficiente logros para los que te ven, te dieron, te conocen o siquiera comparten genealogía hasta en todos los grados habidos y por haber. ¿Y qué pasa con los que no son hoy; pero el día de mañana te van a criticar tus logros? Exacto, la misma genealogía que será TU genealogía en años posteriores, pondrá en tela de juicio tus objetivos logrados y de qué forma fue que los conseguiste. Deprimente. Una mierda.
Hasta la forma que llegues a inculcar tu pensar, sentir y quizás, si se te permite tus valores, te será recriminada por la forma como lo cultivaste. ¿Vale esto la pena? De verdad, honestamente y ciegamente, ¿crees que lo vale?
No tienes como individuo individual UNO siquiera UN solo objetivo, todo está supeditado a una maquina, que crea lo que quiere- y te ha querido crear a ti- cuando lo considera necesario. En esa máquina salimos todos, entramos todos constantemente; esa máquina que es tu entorno, es tu todo, que todo es tuyo pero, ¿Quién te dijo siquiera que algo de todo eso te pertenece? ¡Iluso!
¿Qué hacer? No convertirme en herramienta del contexto- de la maquina- que está dispuesta a seguir creando nuevos y frescos “individuos”, para luego trazar sus objetivos, crearles la felicidad temporal- mientras ellos consideraran estar seguros que esta dependerá solo y exclusivamente de ellos- además de crearles berrinches-avalar los berrinches- así de manera placida, “conseguir” tus objetivos, cerrar tu circulo. Abrazar la muerte con el sentimiento que tu vida, nunca fue tuya.
Lo peor de todo habrás creado el mismo sentir y pensar-si es que son capaces de darse cuenta- que un día te hundió donde jamás quisiste haber estado. Tu (mi) solución para no reproducir la falsa idea de la “felicidad depende de ti mismo” será dar por terminada tu genealogía, evitar sufrimiento futuro- a ti y a los “tuyos”- tratar trazarte un solo objetivo, TU objetivo. Liberarte de esos ojos que no te vieron, del regalo que no te dieron y del no fui capaz de alcanzar el éxito. Mi pensar ya es mi éxito.

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