viernes, 19 de marzo de 2010

Patéticamente Humano, Grandioso Humano

¿Quién me ha robado el mes de Abril? Dice incesantemente el genio de Úbeda, que suerte que solo te roben Abril. Y qué pasa si, ¿Te roban Marzo y Abril? Doblemente duro, doblemente trágico, perdida doble.
Precisamente, los deseos, la impertinencia y la vieja pero nunca ausente añoranza, son quienes confabulan con la mente y el universo ¡Ah el Universo..! Ese siempre maldito Universo, que se le dan las armas para que haga lo que no queremos que haga, pero no le dejamos hacer lo que deseamos que suceda. Patéticamente humano.
Ahora como patéticamente humano, quedan los placeres prohibidos por la “moral”, que nunca ha sido un elemento inalienable del patético humano. Los instintos son la moral que, como patéticamente humanos huimos y le tememos.
Es patéticamente humano perder tiempo (Marzo y Abril) por moral, mientras que es loablemente “perder” el tiempo por culpa de una moral natural como el instinto.

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